encuentran sujetos a otros paradigmas tecnológicos (como lo son el de la metalmecánica, la
microelectrónica, la biotecnología y la nanotecnología) (CEPAL, 2018).
Algunas de estas tecnologías, ya han sido utilizadas por años, pero de forma aislada; sin
embargo, su integración y posibles capacidades, es lo que las potencializa para transformar la
industria de la manufactura, con procesos productivos totalmente integrados, automatizados y
optimizados; y con resultados significativos en el mejoramiento de la eficiencia operativa y el
desempeño organizacional (Motta, Moreno, & Borrastero, 2017 ).
El impacto de esta transformación tecnológica es tal, que está incidiendo en todos los aspectos
de la organización, desde la producción y organización hasta la investigación y desarrollo, así también
en el control de los inventarios, la gestión y el soporte al cliente, etc, Igualmente, está cambiando la
visión y actuación empresarial. Su impacto ha sido tal, que la industria 4.0, ya es considerada como
un proceso de innovación sistémico que redefine los modelos de negocio y provee una perspectiva
global totalmente integrada del entorno y la organización (Carrero & Giraldoth, 2015).
De ahí, que en muchos países del mundo, se estén realizando esfuerzos a nivel de política
gubernamental estratégica para difundir las tecnologías y los beneficios que la incorporación de la
industria 4.0 y la manufactura inteligente traería a las empresas, especialmente PyMEs, al igual que
para su implementación, y como una estrategia nacional para desarrollar ventajas competitivas.
Sin embargo, aún y cuando, la industria 4.0 y la manufactura inteligente están teniendo
resultados importantes; y, se sabe afectará a todo tipo de empresas y su adopción temprana es una
oportunidad para hacer negocios, muchos empresarios han optado por esperar, sin considerar el riesgo
que un proceso de adopción tardía o el no hacerlo representa para sus empresas.
Por consiguiente, el IoT y la industria 4.0 incidirán también en la forma en la que interactúan
los clientes, proveedores y mayoristas, etc., quienes podrán tener una mayor participación en el
proceso y las decisiones acerca de la manufactura, calidad y personalización de los productos;
considerando por supuesto para ello, los desafíos de ciberseguridad implicados que garanticen el
contar con una estructura sólida de intercambio de información y colaboración
. Así también, se necesitarán nuevos requerimientos para la comunicación inalámbrica, el
cómputo móvil y en la nube, por mencionar algunos, los cuales impactarán en el diseño, desarrollo y
despliegue de redes de trabajo para aplicaciones emergentes, por ejemplo; y propiciarán también la