Ciencias de la Salud

Artículo de Investigación  

 

La inteligencia emocional y la incidencia en la conducta de la persona

 

Emotional intelligence and its impact on the person's behavior

 

Inteligência emocional e seu impacto no comportamento da pessoa

 

Carlos Merino-Chávez I
krlitos5271@hotmail.com 
https://orcid.org/0000-0002-9849-6854 

Paúl Flores-Rodríguez II
cripal2000@yahoo.com 
https://orcid.org/0000-0002-1864-1960
Janina Pimentel III
Janypimentel918@gmail.com 
https://orcid.org/0000-0001-7867-2219 
 

José Villavicencio IV
josevillavicencio1980@yahoo.es 
https://orcid.org/0000-0002-7992-7321
José Clemente Mora-Rosales V
investigacion2k@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-0414-7947
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: krlitos5271@hotmail.com

 

 

         *Recibido: 29 de noviembre del 2022 *Aceptado: 28 de diciembre del 2022 * Publicado: 16 de enero del 2023

 

 

        I.            Instituto Superior Tecnológico Stanford, Ecuador.

      II.            Instituto Superior Tecnológico Stanford, Ecuador.

   III.            Instituto Superior Tecnológico Stanford, Ecuador.

 

 

 

Resumen

La inteligencia emocional tiene un vínculo con la situación emocional de la persona y su modo de operar, influyen, en gran medida, en el éxito o fracaso. Con el objetivo de proporcionar información amplia sobre la inteligencia emocional e incidencia en la conducta de la persona se llevó a cabo una búsqueda amplia y consisa de diversas fuentes bibliográficas que involucraron aspectos y puntos claves de esta investigación, se analizaron los resultados obtenidos en cada uno de los artículos seleccionados. Para la revisión se u arculos científicos adquiridos de diferentes revistas como: Scielo, PubMed, Redalyc, Google Académico y La Referencia citados en la bibliografia. Los resultados más relevantes se habían llevado a cabo en niños y adolescentes basados en ciertos factores que perjudican la inteligencia emocional y, por ende, su personalidad y conducta a futuro. Lo que llevó a la conclusión de que la inteligencia emocional permite que la persona interrelacione sus emociones con su entorno, así también la aceptación de las experiencias por las decisiones tomadas que han forgado e influido en su conducta, y a su vez genere un nuevo horizonte que provoque una ola de emociones positivas

Palabras clave: Inteligencia; Emociones; Inteligencia emocional; Aprendizaje; Conducta; Personalidad.

 

Abstract

Emotional intelligence is linked to the emotional situation of the person and their way of operating influence, to a large extent, success or failure. In order to provide extensive information on emotional intelligence and incidence in the person's behavior, a broad and concise search of various bibliographic sources that involved key aspects and points of this research was carried out, the results obtained in each one were analyzed. of the selected items. For the review, scientific articles acquired from different journals such as: Scielo, PubMed, Redalyc, Google Scholar and La Referencia cited in the bibliography were used. The most relevant results had been carried out in children and adolescents based on certain factors that impair emotional intelligence and, therefore, their personality and behavior in the future. Which led to the conclusion that emotional intelligence allows the person to interrelate their emotions with their environment, as well as the acceptance of the experiences for the decisions made that have forced and influenced their behavior, and in turn generate a new horizon that cause a wave of positive emotions

Keywords: Intelligence; Emotions; emotional intelligence; Learning; Conduct; Personality.

 

Resumo

A inteligência emocional está ligada à situação emocional da pessoa e sua forma de operar influencia, em grande medida, o sucesso ou o fracasso. A fim de fornecer ampla informação sobre inteligência emocional e incidência no comportamento da pessoa, foi realizada uma busca ampla e concisa de diversas fontes bibliográficas que envolveram aspectos e pontos chave desta pesquisa, os resultados obtidos em cada uma foram analisados. Itens. Para a revisão, foram utilizados artigos científicos adquiridos de diferentes periódicos como: Scielo, PubMed, Redalyc, Google Acadêmico e La Referencia citados na bibliografia. Os resultados mais relevantes foram realizados em crianças e adolescentes com base em alguns fatores que prejudicam a inteligência emocional e, portanto, sua personalidade e comportamento no futuro. O que levou à conclusão de que a inteligência emocional permite que a pessoa inter-relacione suas emoções com seu ambiente, bem como a aceitação das experiências pelas decisões tomadas que forçaram e influenciaram seu comportamento e, por sua vez, geram um novo horizonte que causa uma onda de emoções positivas.

Palavras-chave: Inteligência; Emoções; Inteligência emocional; Aprendendo; Conduta; Personalidade.

 

Introducción

La inteligencia es un término que abarca diferentes perspectivas de acuerdo a algunos autores, es así que Ebbinghaus (1885) define a la inteligencia como el “poder de adaptarse a nuevas situaciones”. Mientras que para Binet son “cualidades formales como la memoria, la percepción, la atención y el intelecto tambien la caracteriza como la comprensión, invención, dirección y censura”(Citado en Ardila, 2010) . Por otra parte, Mayer (1999) considera a la inteligencia como una “capacidad para pensar, desarrollar el pensamiento abstracto, como a una capacidad de aprendizaje, manipulación, procesamiento, representación de símbolos y capacidad para adaptarse a situaciones nuevas o para solucionar problemas”. Así también, Piaget (2003) la considera como un “proceso complejo y evolutivo de adaptación al medio, determinado por estructuras psicológicas que se desarrollan en el intercambio entre el niño y su ambiente” (Citado en Ponce Orellana & Sanmartín Espinoza, 2010) y (Ardila, 2011) manifiesta que “la inteligencia es un conjunto de habilidades cognitivas y conductuales que permite la adaptación eficiente al ambiente físico y social. Incluye la capacidad de resolver problemas, planear, pensar de manera abstracta, comprender ideas complejas, aprender de la experiencia”.

Otro punto imporante son las emociones son estados afectivos que involucran cambios, es por ello que (Sroufe, 2014) define a la emoción como una “reacción subjetiva a un suceso sobresaliente caracterizado por cambios de orden fisiológico, experiencial y conductual” por esta razón se puede decir que las emociones tienen una relación directa entre la persona y el suceso permitiendo tener diferentes reacciones a través del tiempo. Sin embargo, para (Frijda, et al, 2000) son diversos los enfoques u orientaciones sobre las emociones, pero la mayoría de los teóricos dedicados al estudio consideran que las emociones tienen múltiples facetas e implican la consideración de componentes cognitivos, fisiológicos, comportamentales y subjetivos. (Citado en Greco, 2010). Similarmente, (Greco, 2010) piensa que las emociones son parte de las transacciones decisivas con el ambiente y es la clave indiscutible en las relaciones sociales, siendo el estudio de las emociones humana un tema controversial, complejo y al mismo tiempo apasionante e integrador de los dominios biológicos, cognitivos y sociales del desarrollo humano.

En cuanto al aprendizaje por sí solo, se encuentra ligado a cada palabra que conlleva a un conocimiento, y también se presenta como algo diverso que constituye al saber humano en punto clave para facilitar la compresión del presente tema. Es así que Bruner (1978) explica que el “aprendizaje interactúa con la realidad organizando ideas, según sus propias categorías, ya sea creando nuevas o modificando las preexistentes”. Las categorías determinan distintos conceptos, es por esto que el aprendizaje es un proceso activo de asociación y construcción, mientras que Watson (2000) habla del aprendizaje como una transformación de la conducta, generada a partir de un condicionamiento externo. (Citado en Ponce Orellana & Sanmartín Espinoza, 2010) Formándose cada vez una definición más amplia y clara del aprendizaje, como lo platean (Ponce Orellana & Sanmartín Espinoza, 2010), la describen como un cambio conductual o un cambio de contenido conductual, siendo este perdurable en el tiempo. El vocablo “conducta” se utiliza en su sentido amplio, evitando cualquier caracterización reduccionista de la misma. Por lo tanto, al plantear al aprendizaje como proceso de cambio conductual, se asume el hecho de que el aprendizaje implica adquisición y modificación de conocimientos, estrategias, habilidades, creencias y actitudes.

Con respecto a la inteligencia emocional (IE) existe una conexión íntima con los términos antes mencionados y a la vez con sus significados que muestran un nuevo horizonte pero que dan sentido para el ser humano. Por consiguiente, (Goleman, 2000) menciona que la inteligencia emocional se refiere a la capacidad que le permite al hombre reconocer sus sentimientos y emociones y a la vez  emplearlas  de  manera  productiva  haciendo  uso  de  destrezas, actitudes y habilidades, las mismas que determinan la conducta del adolescente y le permite establecer buenas relaciones con su entorno, haciendo uso de esto, los autores (Muriel & Murcia Ruviano, 2017) amplian tal concepto y detallan dentro de las capacidades de la inteligencia emocional cinco principales esferas, las cuales pueden desarrollarse unas más que otras dependiendo de las personas: la primera hace referencia a “conocer las propias emociones”; es decir, tener conciencia de sí mismo, en el momento en que ocurren; en segundo lugar, el “manejo de las emociones”, capacidad de manifestar los sentimientos adecuados, teniendo conciencia de ellos; en tercer lugar, “la propia motivación”, centrada en la importancia de la automotivación, el dominio y la creatividad; la cuarta premisa es “reconocer las emociones de los demás”, relacionada con la empatía, interacción social. Por último, “manejar las relaciones” de interacción con los demás. La inteligencia emocional permite que las personas mejoren sus conductas y actitudes en el entorno de la comunidad que los rodea (Muriel & Murcia Ruviano, 2017).

 A continuación, se encuentran Salovey y Jonh Mayer (1990) expresándola como la capacidad de controlar y regular los sentimientos de uno mismo y de los demás y utilizarlos como guía del pensamiento y de la acción. (Citado de Velasco Bernal, 2001). La inteligencia emocional se concreta en un amplio número de habilidades y rasgos de personalidad: empatía, expresión y comprensión de los sentimientos, control de nuestro genio, independencia, capacidad de adaptación, simpatía, capacidad de resolver los problemas de forma interpersonal, habilidades sociales, persistencia, cordialidad, amabilidad y respeto (Velasco Bernal, 2001). Así también, Joseph y Neuman (2010); mediante su investigación describen que las mujeres poseen mayores competencias en inteligencia emocional, sobre todo en el ámbito de las habilidades cognitivas toda emoción ofrece una disposición a la acción. Luego Danvila y Sastre (2010) concuerdan que es como una herramienta de consultoría que permite incrementar el rendimiento y la productividad, al mismo tiempo que tiene una relación directa sobre el liderazgo, sobre todo en el liderazgo transformacional  (Cita de Cazallo et al., 2020). En las palabras de los autores (Ávila et al., 2011)la Inteligencia Emocional (IE) es conceptualizada como una parte de la inteligencia social que permite controlar, discriminar y usar la información emocional de nosotros mismos y de los demás para guiar nuestro pensamiento y comportamiento”  Por el mismo lado, Villa (2013), considera a la inteligencia emocional como un modelo de análisis del comportamiento que está muy relacionado con el desarrollo organizacional y humano, debido a que permite prever y analizar el comportamiento de los individuos, los modelos de liderazgo, las actitudes, las habilidades interpersonales y el potencial personal Además, Montoya y Duran (2017), afirman que la situación emocional de la persona y su modo de operar influyen, en gran medida, en el éxito o fracaso. (Citado en Cazallo et al., 2020).

Como punto final, se sabe que la inteligencia emocional se relaciona íntimamente con la formación temprana de la conducta personal que a lo largo del tiempo definen los aspectos de vida de un individuo y los rasgos que en el implican. Es por ello que Según (Tomic & Kingma, 1998)logran asegurar que “todas las definiciones de personalidad e inteligencia ven a la inteligencia en una relación como una parte/todo de la personalidad” (p. 44).  La inteligencia emocional (Mesa Jacobo, 2015)“desde su origen fue planteada inicialmente como una capacidad independiente de la personalidad, susceptible de ser aprendida o modificada y que evoluciona a lo largo del desarrollo cognitivo y madurativo de los sujetos”. (p. 87) Pero, (Brackett et al, 2003)tiempo después surgió la conceptualización de los modelos mixtos, donde la inteligencia emocional es considerada un conjunto de habilidades, destrezas y rasgos de personalidad y es evaluada por medio de instrumentos de auto-informe.(Citado en Mesa Jacobo, 2015).  Por tanto, la presente investigación busca proporcionar información amplia sobre la inteligencia emocional e incidencia en la conducta de la persona mediante una revisión bibliográfica que genere un conocimiento eficiente.

Hoy en día los estudios acerca de la inteligencia emocional se los ha vinculado con diferentes situaciones que pasa el ser humano, las creencias, sentimientos e incluso la conducta que se llega a adoptar.  Siendo punto central llas emociones al cumplir con un papel muy importante y a la vez fascinante sobre la existencia humana y las relaciones interpersonales debido a la fuerte influencia en el pensamiento y comportamiento. Se sabe que las personas que cuentan con mayor inteligencia emocional (IE) generan un poder de una manera más precisa y al mismo tiempo eficaces para recoger las señales emocionales durante las interacciones, aspecto que muchas personas suelen desconocer y que por ende no intenta poner en practica o ejercer aquel dominio, otro punto de interés y ayuda es que las emociones influyen en absolutamente todas los etapas de vida y el camino que se elige para llegar a cada una de ellas, pues la mayor parte de las decisiones que toman las personas están influenciadas por las emociones.

De tal modo, la inteligencia emocional promueve la expresión en su forma máxima y facilitación emocional; se encuentra presente en todos los ámbitos personales incluyendo la pedagogía del amor basada en el respeto y el cuidado del otro, lo cual genera una apertura para profundizar, fortalecer los procesos pedagógicos y las relaciones humanas que dan vida, además  de crear una capacidad para observar, interpretar, captar, comprender, guiar y regular las emociones que suelen influir favorablemente en los procesos de aprendizaje, en la salud y actividad física, en la calidad y forma que se lleva a cabo la interacción o las relaciones interpersonales pero sobretodo en el adecuado rendimiento académico y profesional que desea ejercer todo individuo. Por tanto, la finalidad de esta revisión se basa en la recopilación de los hallazgos más relevantes, sobre la inteligencia emocional y su incidencia en la conducta de la persona. Concerniente a ello, se propuso una exploración de arculos originales a través de buscadores enmarcados en los últimos 10 años.

 

Métodos y metodologías

La presente investigación es de nivel Básico puesto que no pretende modificar la realidad existente, además busca generar nuevos conocimientos. Diseño: El presente diso se baen una revisión que no cumple criterios meta analíticos. Estrategia de squeda: Para los criterios de inclusión se to en cuenta las investigaciones que enfocaron su atención en inteligencia, emoción, aprendizaje, inteligencia emocional y aspectos conductuales, en niños, estudiantes universitarios y profesionales; además, se tomaron en cuenta los estudios publicados en los últimos diez años; finalmente, se incluyeron solo artículos originales. Los criterios de exclusión se basaron en arculos que relacionaron más variables fenomenológicas, arculos con texto disponible, investigaciones que contenían resultados explícitos. La investigación apunta a una revisión sistemática de la evidencia científica. Esto consiste en estudios secundarios que, según (Perestelo-Pérez, 2013), es utilizado para identificar, seleccionar, evaluar, analizar y sintetizar los estudios empíricos que permitirán responder a problemáticas específicas. Cabe recalcar que se utilizó un estudio experimental – bibliográfico, procedimiento que posibilitó conocer de manera general y detallada algunos aspectos sobre la investigación. Dentro de los arculos preseleccionados, se realiun proceso de cribado con los procesos cognitivos que se enfocaron específicamente en coeficientes intelectuales, emociones y estudios relacionados con la conducta; luego, en el proceso final de selección se excluyeron arculos originales que no presentaban una muestra de estudio, o que no contenían la información necesaria para que se lleve a cabo la revisión bibliográfica.

El proceso de búsqueda se amplió a bases de datos reconocidas a nivel mundial, como es el caso de Scielo, PubMed, Redalyc, Google Académico, La Referencia, y Scopus. El periodo de indagación bibliográfica se llevó a cabo en el periodo noviembre - diciembre 2020. El método de búsqueda consistió en utilizar como palabras clave en las diversas bases de datos: inteligencia emocional, emociones, conducta, personalidad, aprendizaje unidos dichos términos por los conectores boleanos “and” y “or”, y empleando los distintos descriptores en singular, plural y los presentes en el resumen, título del artículo si la base de datos lo presenta, las palabras claves se buscaron en dos idiomas de preferencia, inglés y español.

 

Resultados y discusión

Selección de estudios: La presente investigación se realizó con la finalidad de determinar la relación entre la Inteligencia Emocional y la Conducta en diferentes grupos de personas. En función de las distintas bases de datos sin aislarse del tema central, empleando distintos métodos. De un total de 50 arculos preseleccionados de diferentes fuentes, en las que se descartaron 3 porque no encajaban con el objetivo del tema a publicar y selencionando asi 47 arculos que cumplían con los criterios de inclusión/exclusión previamente establecidos.

Según Elisa Fuentes Bremer en un estudio llevando a cabo una revisión sistemática de la literatura sobre la inteligencia emocional en las bases de datos Web of Science, Sciencedirect, Psycarticles, PsicoINFO, SCOPUS y Google Scholar, seleccionando un total de 5 trabajos y con respecto a las líneas de investigación de la IE (inteligencia emocional) en el ámbito académico, los trastornos mentales y la población adolescente. Los resultados tienden a apuntar una relación entre alta IE y buen logro y rendimiento académico, motivación, equilibrio emocional, salud y bienestar. Mientras, por otro lado, se encuentran relaciones entre baja IE con estrés, bajo rendimiento escolar, emociones negativas, problemas mentales, ansiedad y depresión. (Fuentes Bremer, 2015)

los autores (Polo Vargas et al., 2016) usando una metodología de revisión sistemática de la evidencia científica que una vez seleccionadas las bases de datos, se procedió a seleccionar los artículos y, luego, a elaborar las categorías de análisis que emergieron de la teoría consultada llegando a los resultados sobre tal concepto, dado por los siguientes autores Cortés, Barragán y Vásquez (2002), sostienen que la inteligencia emocional comprende tanto la evaluación como la expresión de las emociones propias y las de los demás, así como la comprensión de las experiencias emocionales para promover un crecimiento emocional e intelectual. Por su parte Mathewas (2002) define la inteligencia emocional como la forma en la que un individuo, lidia con la experiencia emocional y administra sus emociones mientras se comunica con otros; en otras palabras, la inteligencia emocional afecta cómo se percibe la persona y forma en cómo se comunica con los demás. Por su parte, Trujillo y Rivas (2008) afirman que la inteligencia emocional es una serie de habilidades adaptativas que se llevan a cabo gracias a criterios como la evaluación y la expresión de emociones, la regulación de emociones y la utilización de estas de una manera adaptativa. (Citado de Polo Vargas et al., 2016)

4.3 La inteligencia emocional en la conducta agresiva: (Inglés et al., 2015), examina la relación entre inteligencia emocional rasgo y los componentes motores (agresividad física y agresividad verbal), cognitivo (hostilidad) y afectivo/emocional (ira) de la conducta agresiva. En una muestra de 314 adolescentes (52.5% chicos) de 12 a 17 años. Los resultados indicaron que los adolescentes con altas puntuaciones en conducta agresiva física, verbal, hostilidad e ira presentaron puntuaciones significativamente más bajas en inteligencia emocional que en conducta agresiva física, verbal, hostilidad e ira. Este patrón de resultados fue el mismo, tanto para la muestra total como para chicos, chicas y los grupos de edad de 12-14 años y 15-17, este estudio reveló una relación inversa entre inteligencia emocional y problemas de conducta, desde otro punto de vista, autores como (Martorell et al., 2009) tomaron una muestra de 46 chicos y 62 son chicas según las edades en las que se pueden presentar; los instrumentos utilizados en esta investigación han sido tres uno de ellos de tipo sociométrico y los otros dos instrumentos de autoinforme. Los resultados muestran que hay más chicas que emiten conductas agresivas, sin embargo, cuando se trata de conductas semi-agresivas su número es bastante inferior al de los chicos. En la categoría de conductas no-agresivas, el grupo de mujeres es los más numerosos y de acuerdo a las edades de los 10-12 años, disminuye posteriormente la tendencia agresiva, apareciendo un incremento a los 15 años.

Las características de la inteligencia verbal según, (Morris Maisto, 2005) que “posee un vocabulario amplio, lee con alto grado de comprensión, muestra curiosidad intelectual, ve todos los ángulos de un problema, aprende con rapidez, se muestra alerta, piensa con profundidad, muestra creatividad, conversa con facilidad sobre una amplia gama de temas, sus lecturas son variadas y ve conexiones entre ideas. Así, lo demuestran (Garaigordobil & Amigo, 2010), en estudio que llevaron a cabo hacen mención que los datos obtenidos sugieren que los niños y niñas de 5 años que tienen alta inteligencia verbal, con mayor probabilidad tienen buen autoconcepto, alta madurez evolutiva, alto sentido del ritmo, buena coordinación de piernas, brazos y manos, alto conocimiento del esquema corporal en sí mismo, lo que indica estabilidad emocional. Además, los resultados evidencian que aquellos participantes con alta inteligencia no verbal, tienen con más probabilidad altos niveles de pensamiento abstracto-manipulativo, alto autoconcepto, alta madurez evolutiva, buena coordinación de brazos, buen conocimiento del esquema corporal en otros. (1). Por otra parte, se debe tener en cuenta que el estrés suele afectar la inteligencia emocional, en niños, debido a que, el estrés no solo es un asunto de adultos, sino que ahora los niños también lo padecen, como lo menciona (Díaz Vidiella & Mora Mérida, 2014), al observar en un estudio realizado a un grupo de 80 niños y 56 niñas, que presentan estrés cotidiano. De la misma forma  (Fernández Vigo, 2015) realizo un estudio en estudiantes del quinto año de secundaria de una Institución Educativa, Trujillo en el año 2014 con una población de 116 sujetos (87 varones y 29 mujeres), comprendidos entre los 15 y 17 años de edad, plasmando la relación que existe entre la inteligencia emocional y la conducta de infantes dentro de una sociedad, y a su vez determinar la auto y heteroaceptación del mundo emocional, así como el manejo de estrés (ya mencionado), adaptabilidad y el ánimo general que guardan con relación significativa  directa y las escalas de consideración con los demás y liderazgo, además de una correlación directa y altamente significativa con la capacidad de autocontrol en las relaciones sociales.

Para Llanes & Castro (2002) es aquel comportamiento considerado perjudicial para la sociedad porque afecta el bienestar de los grupos en los que alguno de sus miembros se manifiesta (Citado de Alvizurez Colop, 2015) .  De acuerdo a los autores Arce et al, (2009) en una investigación basada en la incidencia de la inteligencia emocional sobre el comportamiento antisocial en menores: riesgo social y evolución natural, que de acuerdo al concepto de la teoría de la inteligencia emocional propuesta por Salovey y Mayer (1997) aporta un nuevo marco conceptual para investigar la capacidad de adaptación social y emocional de las personas. más aún, se estima que la experiencia emocional resulta fundamental en la predicción de la intención de repetir conductas de riesgo en el futuro, que la competencia emocional afecta a la incidencia, la intensidad, la forma y el contenido de las emociones, en tanto que contribuye a reformar, modificar y recalibrar las respuestas emocionales preexistentes o adquiridas.

En la presente investigación se analiza la influencia de la inteligencia emocional sobre el comportamiento desviado y; más específicamente, la de evolución de ésta en la carrera delictiva del individuo, ateniéndonos al riesgo social en el que éste se halla inmerso.  Para ello se ha aplicado el Trait Meta-Mood Scale (TMMS) (Salovey, Mayer, Goldman, Turkey y Palfai, 2002), en dos partes: La primera parte de estudio se evaluaron a menores con edad comprendida entre 10 y 13 años, el total de menores evaluados fue de 193, de los cuales 87 menores asisten a centros de alto índice de fracaso en integración social y 106 menores cursan sus estudios en centros sin alta incidencia de desintegración social. En Educación Secundaria Obligatoria el total de muestra fue de 212 menores de 1º ESO, de los cuales 123 cursaban estudios en Institutos de Educación Secundaria Obligatoria con una tasa normalizada de desintegración social y 89 pertenecientes a Institutos con alto índice de fracaso en integración social.  En la segunda evaluación la muestra oscilaba entre 14 y los 17 años, teniendo en cuenta la mortandad experimental el total de alumnos evaluados fue de 51 menores de los que inicialmente se catalogaron como de alto riesgo de desviación social y 66 de los de bajo riesgo de desviación social.

Aplicando una metodología de investigación de tipo cuasi-experimental y en un ambiente natural. Para el factor riesgo social apuntan diferencias en atención y reparación emocional. Las diferencias en atención presentan a los menores de alto riesgo social con una menor capacidad para la atención a las emociones o sentimientos. Asimismo, los menores de riesgo reflejan una menor habilidad para comprender los estados de humor propios. Finalmente, los menores de riesgo social cuentan con una menor destreza para la reparación de las emociones que los de bajo riesgo. (Citado de Arce et al., 2009)  En otro realizado por  Maite Garaigordobil y José Oñederra tomaron una muestra constituida por 248 alumnos de 12 a 16 años, 144 varones y 104 mujeres utilizando 3 instrumentos de evaluación: el Inventario de Pensamiento Constructivo, la Lista de Chequeo mi vida en la escuela y el Cuestionario de Conductas Antisociales-Delictivas; obteniendo resultados como que afirmaban que los adolescentes que habían sufrido muchas conductas de intimidación o bullying, tuvieron bajo nivel de inteligencia emocional, baja emotividad, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, baja eficacia, y poca actividad, y aquellos que tenían conductas antisociales-delictivas mostraban bajo nivel de inteligencia emocional, de eficacia, de actividad, de responsabilidad, y de tolerancia.

 De acuerdo a ciertos autores (Mamani-Benito et al., 2018), que determinan la eficacia de un programa de intervención para desarrollar la inteligencia emocional en un grupo de riesgo. Su estudio implica el uso de una metodología cuasi experimental, con grupo intacto, el mismo que fue sometido a una evaluación antes y después de una intervención. La población consta de 33 adolescentes, mujeres identificadas con ideación suicida, y los instrumentos aplicados fueron la escala de ideación suicida de Beck y el inventario de inteligencia emocional de BarOn Ice. Se corrobora la prevalencia de la inteligencia emocional afectada en sujetos que presentan ideación suicida; así también, los resultados concuerdan con estudios que sustentan que la inteligencia emocional estadísticas a nivel mundial calculan que cerca de un millón de personas se suicidan cada año.  En otras investigaciones realizadas por (Gázquez et al., 2015) Identificaron diferentes perfiles de inteligencia emocional (IE) y, por otra parte, comprobar si entre los perfiles identificados existen diferencias estadísticamente significativas respecto a la conducta social. Con una nuestra de 1.071 adolescentes españoles (50,2% chicas) españoles con edades de 14 a 17 años, a los que se les administró la “Escala de inteligencia emocional percibida” y la “Batería de socialización”. El análisis de conglomerados identificó cuatro perfiles de IE: un grupo de adolescentes con un perfil de baja IE, un grupo con puntuaciones altas en percepción, un grupo con predominio de elevada regulación emocional y un último grupo de adolescentes con alta IE. Los resultados también indicaron diferencias estadísticamente significativas entre los perfiles en los patrones de comportamiento social, destacando los estudiantes de los grupos con alta IE generalizada y alta puntuación en regulación emocional, los cuales muestran mayores puntuaciones en conductas sociales positivas.

 Según indica Goleman (1996), la unión de la razón y la emoción es fundamental para comprender el desarrollo de la inteligencia humana. Además, diversos estudios muestran la importancia de desarrollar competencias emocionales en el contexto educativo, y más concretamente en los estudiantes universitarios (Citado de I. D. R. Sánchez et al., 2016) En un estudio que implica la relación entre inteligencia emocional y riesgo psicopatológico en estudiantes universitarios realizado por (Delgado Gómez et al., 2019), ultimaron al observar en los resultados del estudio, que la mayoría de participantes, tanto hombres como mujeres, presentan adecuados niveles en las tres dimensiones evaluadas en inteligencia emocional, estas fueron atención emocional, reparación emocional y claridad emocional.

por su parte los autores (Páez Cala & Castaño Castrillón, 2015) hacen mención que
la IE es un factor importante para el éxito académico, laboral y para la vida cotidiana que a su vez concuerda con Goleman 1998, dentro de su estudio hallaron una relación entre la IE y el rendimiento académico e independencia entre la IE y el cociente intelectual (CI)
(Citado de Páez Cala & Castaño Castrillón, 2015), relacionado a esto, (Llibre Guerra et al., 2015) concuerdan con que la   inteligencia emocional (IE) es crucial para alcanzar el éxito en la vida, ya que se ha convertido en uno de los temas más debatidos en psicología y más estudiados en neurología conductual y según el estudio que llevaron a cabo en 150 estudiantes de Ciencias Médicas, este estudio arrojó como resultado que  el 55,4% obtuvo un cociente emocional entre 84-103 puntos que permitió observar una influencia significativa de los niveles de inteligencia emocional alto en un mejor rendimiento académico es decir que  estudiantes con un cociente emocional alto predomina los resultados académicos positivos.

Los estudios realizados por (Bernarás, 2011)Elena Bernarás Iturrioz, Maite Garaigordobil, Carmen de las Cuevas tomaron una muestra constituida por 49 personas que estaban cursando o habían cursado estudios en Ciencias Humanas en las Aulas de la Experiencia de la Universidad del país Vasco (Euskal Herriko Unibertsitatea) en la provincia de Gipuzkoa, España, sus componentes tienen edades comprendidas entre 55 y 78 años, 17 son hombres y 32 mujeres, se utilizaron 2 instrumentos de evaluación con garantías psicométricas de fiabilidad y validez. Una medida de la inteligencia emocional (CTI, Epstein, 2001). Compuesto por 108 ítems que evalúan el pensamiento constructivo y la inteligencia emocional. Estos resultados contradicen los resultados obtenidos por otros estudios en los que se ha concluido que las mujeres son más competentes en manejar y controlar sus propias emociones. (3)

La inteligencia emocional no solo abarca a pacientes, sino, a la conducta de su entorno familiar pues según los autores (López et al., 2011) encontraron perfiles de inteligencia emocional diferentes tanto para pacientes como para familiares en cada uno de los tipos de familia. Las familias con alta cohesión y adaptación se manifiestan como los más inteligentes emocionalmente, menos ansiosas y deprimidas y con creencias más apegadas a la realidad.

Karl Albrecht (2005) la “inteligencia social” se define como “conciencia situacional, presencia, autenticidad, claridad y empatía”(Citado de Albertch, 2005).  La empatía es un sentimiento de conexión o relación, es la habilidad de entender los sentimientos ajenos, los comportamientos abrasivos y bruscos que alejan a la gente. Para encontrar concordancia a esto, se realizó un estudio en dos grupos distintos de profesionales (enfermeros) que implica también la inteligencia emocional, uno de los cuales, fue realizado por (Prado-Gascó et al., 2019), tal estudio lo abarcan enfermeros y su formación educativa sobre inteligencia emocional, comunicación y empatía, la muestra de análisis constó de 438 enfermeros, dando como resultado menor capacidad empática e inteligencia emocional en graduados y en los de menor formación específica; las correlaciones más fuertes fueron entre los factores de las dimensiones de comunicación. El segundo estudio llevado a cabo por (Nespereira-Campuzano & Vázquez-Campo, 2017) con enfoque cuantitativo en un grupo de 36 enfermeras y 24 asistentes sanitarios del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Ourense. Los resultados mostraron una deficiencia en el cuidado emocional, con un puntaje de 22.87, mientras que la claridad emocional y la reparación de las emociones se ubicaron dentro de los niveles normales, con valores de 26.42 y 26.60, respectivamente. Los niveles de agotamiento de la muestra fueron de medio a altos. Se encontraron correlaciones positivo-significativas entre la situación laboral, emocional y la realización personal.

(Ladino et al., 2016) llevaron a cabo una investigación en la que determinaron la importancia de la inteligencia emocional elevada con una mayor práctica de ejercicio. Se realizó un estudio prospectivo, longitudinal y de intervención, en el cual se hicieron mediciones en el ámbito físico y emocional de las participantes antes y después del programa de ejercicio físico. Del estudio se obtuvo como resultado, la realización de un nuevo cálculo del tamaño muestral para obtener una potencia de contraste aceptable con una confiabilidad del 95% y un tamaño del efecto moderado (0.5). Al hablar de la práctica de ejercicio físico y su relación con la inteligencia emocional también incumbe en gran medida lo que hoy conocemos como las enfermedades cardiovasculares, estudio realizado por (Núñez Martín & Castillo Gualda, 2019) los mismos que  tomaron una muestra compuesta por 220 participantes de estos 110 con enfermedad cardiovascular y 110 sin enfermedad cardiovascular. Se registraron los datos demográficos y los factores de riesgo clásicos de cada participante, y se evaluó la inteligencia emocional a través de dos cuestionarios. Los resultados obtenidos fueron que los hombres con baja regulación emocional tenían un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, por otro lado, las mujeres que presentaban baja comprensión intrapersonal o baja regulación emocional estaban en mayor riesgo. La inteligencia emocional al poseer un vínculo fuerte con la salud, influye en la conducta de cada persona frente a todo tipo de enfermedad, como es el caso de la indagación ejecutada por (González et al., 2007), quienes descubrieron la  influencia que posee la personalidad, la inteligencia emocional y el afrontamiento en la adaptación de los pacientes al padecimiento de dolor crónico, con una muestra compuesta por 91 pacientes que acudían a la Unidad Clínica del Dolor del Hospital Civil de Málaga ,de los cuales se obtuvo como resultados cuatro perfiles de personalidad: un perfil esquizoide, compulsivo y dependiente; un perfil de desajuste social y compulsivo, un perfil compulsivo y un perfil de desajuste psicosocial característico de pacientes con las puntuaciones más altas del patrón básico de personalidad, en otro tipo de observación respecto al VIH ; (Iglesias et al., 2009), realizaron un análisis en personas que viven con esta patología, determinando las particularidades de la expresión estructural de la Inteligencia Emocional en una muestra de personas que viven con VIH. Partieron del estudio de un modelo de inteligencia emocional, el cual brinda un marco teórico y metodológico a muchos estudios realizados. Los resultados, evidencian la relación existente entre la forma en que las personas perciben sus estados emocionales y los niveles de ajuste emocional. Sin dudas, el desarrollo de la IE favorece una autorregulación más eficiente de la personalidad para las personas que viven con VIH, aún cuando no impide el advenimiento del SIDA la muerte es una estrategia prometedora que ofrece habilidades emocionales básicas que garantizan factores protectores ante la progresión del virus.

Según Barriga Silviero (1996) se puede considerar las emociones como comunicación con uno mismo y con los demás insistiendo en su función relacional. Las emociones no comunican algo, sino que son formas de comunicación (Frijda, 1986). En un estudio realizado por (Calero et al., 2018) definen que la inteligencia emocional percibida está compuesta por la percepción sobre la atención a las emociones, la claridad con la que se perciben y la capacidad de recuperación de los estados de ánimo negativo. La necesidad de pertenencia se plantea como una necesidad humana universal y toma particular importancia durante la adolescencia. El estudio se realizó en 399 adolescentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. En donde se utilizó una metodología de muestreo no probabilístico por conveniencia. Se puede decir que el factor de inteligencia emocional enfatiza la atención a las emociones y lo relaciona con la necesidad de pertenencia, en la muestra general. Esta asociación se replica solo en el caso de los varones quizás porque los niveles de atención son, en general, mayores en las mujeres. En el caso de las mujeres se encontró una asociación positiva entre recuperación y miedo al rechazo. Los resultados parecen mostrar una mayor necesidad de pertenencia en varones y un mayor miedo al rechazo en mujeres. Cuando se ven afectadas las emociones, éstas suelen estar ligadas a ciertas enfermedades.

esto se ve evidenciado en un segundo estudio ejecutado por (CarrascoTacuri, 2017) bajo la gestión del Instituto Nacional de Salud de Perú, demuestran que al menos 754 personas que equivalen a un 29% de la población presentaron al menos un trastorno psiquiátrico en su vida, mientras que 318 (10,5%) fueron diagnosticados con dos o más trastornos y solo 140 personas (4%) tuvieron tres o más trastornos mentales. La suma de diversos y permanentes acontecimientos estresantes en la vida de las personas puede afectar el bienestar emocional, físico y mental. Este malestar será mayor si conjuntamente se experimentan dolencias físicas durante periodos largos, generando así una serie de problemas en las personas. Estos acontecimientos que se suscitan deben ser manejados de forma óptima para que puedan encontrar una solución, por lo que la persona debe saber regular sus emociones y reflexionar sobre ellas, para posteriormente, desarrollar pensamientos de capacidad que le permitan solucionar cualquier situación. Es decir, que este pensamiento de capacidad para solucionar un problema (Autoeficacia) se ve influenciada por las habilidades con las que cuenta la personas para regular las emociones que esta situación le genera, a partir de ella, estos pensamientos de capacidad de solución a un problema se pueden reformular. Se puede decir que mientras las personas presten una atención adecuada, comprendan sus emociones y la de los demás, tendrán mayor probabilidad de desarrollar una alta o moderada autoeficacia  (4)

De acuerdo con (Muriel & Murcia Ruviano, 2017) tiene como objetivo  determinar la relación entre la inteligencia emocional y el proceso de aprendizaje de los estudiantes, con una muestra de 168 niños de quinto grado  de primaria de la Institución Educativa Departamental Nacionalizada ; mediante el uso de dos instrumentos ( Test y Cuestionario) los mismos que estan  focalizados para cada dimensión e indicador de la variable dependiente a partir de la respuesta correcta e incorrecta, como resultado de los test , según plantea Rogers (1992) , las respuestas de los estudiantes indican que el 50% manifiesta que los problemas pueden afectar su estado anímico, puesto que muchos de ellos no presentan un acompañamiento en el desarrollo familiar en cuanto a la inteligencia emocional; sin embargo el otro 50% manifiesto que no interviene en su estado anímico, debido a que a estos les ha tocado afrontar situaciones graves y que en cierta medida les ha permitido generar una madurez; el 100% de estudiantes aprende de las emociones y vivencias del pasado, esta cifra señala que el 97,3% puede identificar sus emociones y las causas en diversas situaciones que se le presentan en su vida personal y social.

(Extremera Pacheco & Fernández-Berrocal, 2004) mediante una revisión de los trabajos empíricos más relevantes realizados dentro del contexto educativo con la finalidad de recopilar las evidencias existentes sobre la influencia de la IE, evaluada mediante diferentes instrumentos, en el funcionamiento personal, social y escolar de los alumnos lograron obtener resultados que apoyan la importancia de desarrollar habilidades emocionales en la mayoría de los centros educativos que fomente la IE de modo individual y adopte una perspectiva complementaria integrándola dentro de un marco más amplio junto con otros aspectos personales y sociales que hasta ahora se han visto relacionadas con el éxito en el contexto educativo, a manera de indemnización los autores, (Pegalajar Palomino & Colmenero Ruiz, 2017) en una población de 50 alumnos con necesidades de compensación educativa, se analiza el nivel de desarrollo de la Inteligencia Emocional con necesidades de compensación educativa; mediante la aplicación del cuestionario a la muestra, para conseguir una correcta aplicación del instrumento se proporcionó información a la muestra de estudio sobre las normas de aplicación, características del cuestionario y finalidad de la prueba. Los resultados obtenidos demuestran cómo el alumnado suele sentirse bien consigo mismo, aceptándose físicamente y estando satisfecho con sus propias actuaciones, junto a esto se suma  el estudio de  (Calero et al., 2017) con la participación en actividades extracurriculares durante la adolescencia que es considerando  como un recurso para el desarrollo de habilidades y competencias así también se  hallaron diferencias en el componente de la inteligencia emocional , siendo mayor para aquellos que participan en actividades extracurriculares como deportivas que reportaron mayores niveles de claridad que los que participan en actividades artísticas. 

La investigación realizada por (Luy Montejo, 2019) mediante el método experimental sobre el efecto del Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) en el desarrollo de la inteligencia emocional de estudiantes del primer ciclo en una universidad privada de Lima con una muestra de 48 estudiantes distribuidos en dos grupos: uno de control y otro experimental de una población total de 1281 ingresantes. Se mostraron resultados en donde hubo influencia significativa del ABP en el desarrollo de la inteligencia emocional de los estudiantes.

La ansiedad: Según (Nardone, 2002) la ansiedad surge cuando nos sentimos incomodos por lo que pueda suceder cuando nos vemos obligados a afrontar una situación difícil o incluso fóbica. La felicidad. Para Mill (2007) Se entiende por placer y la usencia de dolor (Citado en Cea Anfossi, 2011). Esto se puede evidenciar en las investigaciones realizadas por (Pulido Acosta et al., 2018) cuya finalidad es analizar los predictores de Ansiedad, Felicidad e Inteligencia Emocional (IE), considerando la edad, género, cultura y estrato socioeconómico, así como contemplar las relaciones que se pudieran dar entre las variables, para una población adolescente multicultural.  La población en estudio fue de 811 participantes. El 71.6% de la muestra eran musulmanes, el 28.4% de la misma pertenecía a la cultura-religión cristiana, siendo el 46.1% varones y 53.9% mujeres. En la que se empleó el método el STAIC (Spielberger, 2001), un cuestionario elaborado para evaluar la Felicidad junto con otro para medir la IE. En los resultados se halló una relación inversa entre Ansiedad y Felicidad. No se halló relación entre Ansiedad e IE, pero sí en el caso de la Felicidad.

De acuerdo a lo señalado por los autores y con los resultados demostrados de las diferentes investigaciones se puede concluir que la inteligencia emocional juega un papel importe en el desarrollo y crecimiento de la personalidad y el aprendizaje individual, incrementándose en etapas de niñez y adolescencia, siendo de continuos cambios al depender del ambiente social, familiar, laboral y educativo.  De la misma manera la inteligencia emocional permite que la persona interrelacione sus emociones con su entorno, así también la aceptación de las experiencias por las decisiones tomadas que han forgado e influido en su conducta, y a su vez genera un nuevo horizonte que provoque una ola de emociones positivas y permitan establecer al ser humano relaciones interpersonales y la toma de decisiones a futuro. La capacidad para manejar dichas emociones depende de cómo cada persona enfoca su Inteligencia Emocional, donde las relaciones inter e intrapersonales son esenciales para lograr el autocontrol. Al ser un término muy amplio involucra un aspecto muy importante como la salud que está ligada a una buena alimentación y ejercicio físico, las mismas que han logrado un impacto y al mismo tiempo han disminuido el estres emocional mejorando la conducta del individuo, por lo que la inteligencia emocional crea la capacidad de motivar a sí mismos, de perseverar a pesar de las circunstancias y de manejar el estado de ánimo personal.

 

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