Ciencias de la Salud

Artículo de revisión

 

Descripción y análisis de las enfermedades de transmisión sexual en embarazadas.


Description and analysis of sexually transmitted diseases in pregnant women.

 

Descrição e análise de doenças sexualmente transmissíveis em mulheres grávidas.

 

María Fernanda Zambrano-Castro I
mazambranoc@uees.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-6278-8209

Tish Lane San Lucas-Peña II
tishlanesanlucas@gmail.com
https://orcid.org/0000-0001-7039-0196

 

 

 

 

Andy Robert Zamora-Rodríguez III
andy_zamora1992@hotmail.com
https://orcid.org/0000-0001-8846-8318
Inés Carolina Chonga-Balla IV
ines.chonga@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-0932-1009
 

 

 

 

 


Correspondencia: mazambranoc@uees.edu.ec

 

 

         *Recibido: 27 de octubre de 2021 *Aceptado: 15 de noviembre de 2021 * Publicado: 4 de diciembre de 2021

 

 

  1. Médico, Investigador Independiente.
  2. Médico, Investigador Independiente.
  3. Médico, Investigador Independiente.
  4. Médico, Investigador Independiente.

 

 

 

 

 

 

 

 

Resumen

El presente artículo nos lleva a conocer los riesgos para la salud de una enfermedad de transmisión sexual durante el embarazo y los posibles tratamientos. Las mujeres embarazadas pueden verse afectadas por enfermedades de transmisión sexual, también conocidas como infecciones de transmisión sexual. Si estás embarazada, esto es lo que necesitas saber sobre las infecciones de transmisión sexual. Una infección de transmisión sexual durante el embarazo puede representar riesgos graves. Por lo tanto, la detección de infecciones de transmisión sexual, como el virus de la inmunodeficiencia humana, la hepatitis B, la clamidia y la sífilis, suele realizarse en la primera visita prenatal de todas las mujeres embarazadas. Los exámenes de detección de gonorrea y hepatitis C se recomiendan al menos una vez durante el embarazo para las mujeres en alto riesgo de padecer estas infecciones.

Palabras claves: Riesgo; Infecciones de transmisión sexual; Inmunodeficiencia humana.

 

Abstract

This article takes us to know the health risks of a sexually transmitted disease during pregnancy and the possible treatments. Pregnant women can be affected by sexually transmitted diseases, also known as sexually transmitted infections. If you are pregnant, here is what you need to know about sexually transmitted infections. A sexually transmitted infection during pregnancy can pose serious risks. Therefore, screening for sexually transmitted infections, such as human immunodeficiency virus, hepatitis B, chlamydia, and syphilis, is usually done at the first prenatal visit for all pregnant women. Gonorrhea and hepatitis C screenings are recommended at least once during pregnancy for women at high risk for these infections.

Keywords: Risk; Sexually transmitted infections; Human immunodeficiency.

 

Resumo

Este artigo leva-nos a conhecer os riscos para a saúde de uma doença sexualmente transmissível durante a gravidez e os possíveis tratamentos. As mulheres grávidas podem ser afetadas por doenças sexualmente transmissíveis, também conhecidas como infecções sexualmente transmissíveis. Se você está grávida, aqui está o que você precisa saber sobre infecções sexualmente transmissíveis. Uma infecção sexualmente transmissível durante a gravidez pode representar sérios riscos. Portanto, o rastreamento de infecções sexualmente transmissíveis, como vírus da imunodeficiência humana, hepatite B, clamídia e sífilis, geralmente é feito na primeira consulta pré-natal para todas as mulheres grávidas. Os exames para gonorréia e hepatite C são recomendados pelo menos uma vez durante a gravidez para mulheres com alto risco para essas infecções.

Palavras-chave: Risco; Infecções sexualmente transmissíveis; Imunodeficiência humana.

 

Introducción

Las infecciones del tracto reproductivo son enfermedades frecuentes que pueden tener consecuencias serias para la salud de las mujeres, los hombres y los niños. Se ha denominado a nivel mundial a la falta de atención que se presta a estas enfermedades "la cultura del silencio", a pesar de sus obvios efectos negativos y de que son prevenibles, diagnosticables y tratables. La mayoría son enfermedades de transmisión sexual (ETS). Esta "cultura del silencio" creada alrededor de las ETS entre las mujeres, es uno de los factores más importantes a superar para su mejor prevención y tratamiento.

El control de estas enfermedades es fundamental para mejorar a nivel mundial la salud reproductiva de toda población. El impacto serio que tienen las ETS en las mujeres y los niños, y la conexión que existe entre ellas y la prevención del VIH representan una preocupación profunda en el mundo entero para los profesionales de la salud.

Se consideran estas enfermedades como una verdadera epidemia de nuestra época. Se producen en el mundo 250 000 000 de casos nuevos cada año, en las Américas se estima una cifra de alrededor de 50 000 000 anualmente. Las más frecuentes en la actualidad son las siguientes: vaginosis bacteriana, herpes genital, clamidiasis, blenorragia, trichomoniasis, candidiasis, infecciones por papilomas virus humanos, hepatitis B, sífilis y el SIDA.

La organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la incidencia mundial de casos nuevos de ETS curables en 1995 -gonorrea, sífilis, clamidias, monilias y trichomonas- fue de 333 millones. La prevalencia mundial de infecciones activas o latentes de ETS virales crónicas comunes como el herpes virus simple genital, virus de la hepatitis B y en forma ascendente el VIH, se podría estimar en billones de casos en virtud de que en varias poblaciones la mayoría de los adultos se infectan con uno o más de estos patógenos.

Además de las ETS curables, se estima que para mediados de 1998 se habían infectado acumulativamente a nivel mundial 18,5 millones de adultos y más de 1,5 millones de niños con el VIH. Se proyecta que el total mundial acumulativo por VIH va a alcanzar los 30 - 40 millones para el año 2000.3 Solamente en 1996 esta enfermedad cobró 1,5 millones de vidas humanas y hoy es considerada como 1 de las 10 enfermedades más mortíferas del mundo.

 

Desarrollo

Las   enfermedades   de   transmisión   sexual (ETS) se   definen   como   aquellas producidas por agentes  infecciosos  específicos  para  las  que  el  mecanismo  de transmisión sexual tiene relevancia epidemiológica, aunque en algunas de ellas no sea el principal mecanismo de transmisión.

El  costo  en  términos  de  morbilidad  y  mortalidad materna infantil  y  el  impacto psicosocial  del  embarazo  es  importante  si  se  considera  que  es  un  fenómeno prevenible.

La etiología se relaciona con factores que incluyen nivel socioeconómico bajo, inestabilidad familiar,  expectativa  del  grupo  de  padres  respecto  a  la  iniciación  de las relaciones sexuales, declinación de las barreras sociales para el ejercicio de la sexualidad. El  embarazo  se  asocia  a  mayores  tasas de  morbilidad  y mortalidad,  tanto  para  la  madre  como  para el  niño.  Las  mujeres  no solo  están  menos  preparadas  emocionalmente  que  las  mujeres  mayores  para tener un bebe, sino también menos preparadas físicamente para dar a luz un bebe saludable. La mortalidad y morbilidad de las adolescentes embarazadas puede ser similar a la del grupo de mujeres adultas si se les entrega una adecuada atención prenatal y del parto.

Factores de riesgo biológicos

Edad  de  la  pubertad:  la  edad  de  la  pubertad  ha  declinado  desde  17  años  en  el siglo XIV alrededor de 12 a 13 años actualmente. Los adolescentes son fértiles a una edad menor. Las adolescentes con una edad de menarquía precoz están más expuestas al riesgo de embarazarse.

El periodo  entre  el  inicio  de  la  pubertad  y  la  independencia  económica  ha aumentado en  nuestras  sociedades.  Lo  que  permite  una  mayor  posibilidad  de relaciones prematrimoniales. Muchas sociedades en las que se ha intercalado una década entre  la menarquía y  la independencia  económica  y  laboral,  han  dejado vago  y ambiguo  el  rol  de  los  jóvenes  estableciendo  expectativas  poco  realistas sobre su comportamiento sexual. El uso de métodos anticonceptivos en los adolescentes latinoamericanos sigues siendo bajo.

 

 

Psicosociales:

Disfunción familiar: Un mal funcionamiento familiar puede predisponer a una relación sexual prematura. Una  adolescente  con  baja  autoestima  que  sufre  discriminación  afectiva,  recibe atención y cuidado a través de la relación sexual y además puede encontrar alivio a la  soledad  y  el  abandono  a  través de  un  embarazo  que  le  permite  huir  de  un hogar patológico  amenazado  por  la  violencia,  el  alcoholismo  y  la  amenaza  de incesto.

Culturales: En un ambiente de pobreza y subdesarrollo, donde la movilidad social es escasa o nula, es frecuente el fatalismo y el permanente control externo. Bajo esas circunstancias, la adolescente es incapaz de concebir la alternativa de evitar un embarazo. El “machismo” y la necesidad del varón de probarse, es un factor dinámico en el comportamiento del varón preñador, en el que también se ha demostrado la existencia de una gran carencia afectiva y necesidades no satisfechas.

Psicológicos

Durante la etapa temprana del desarrollo cognitivo de la adolescencia, los adolescentes no son capaces de entender todas las consecuencias de iniciación de la actividad sexual precoz. En la adolescencia media el egocentrismo de la etapa las hace asumir que a ellas “eso no les va a pasar”, pues eso solamente le ocurre a otras. La necesidad de probar su fecundidad, estando afligidas por fantasías de infertilidad, puede ser un factor poderoso durante la adolescencia. Sociales

Las zonas de pobreza, con hacinamiento, estrés, delincuencia y alcoholismo, tendrán mayor cantidad de familias disfuncionales, falta de recursos y acceso a los sistemas de atención en salud, con el consecuente mayor riesgo. Los medios de comunicación, a través de los mensajes comercializados y estereotipados, han contribuido a la reducción de las barreras culturales que limitaban la actividad sexual. La pérdida de la religiosidad es otro factor que afecta las barreras para el ejercicio de la sexualidad adolescente.

Los trabajos de investigación deben ser analizados cuidadosamente parra poder establecer si el riesgo mayor de morbimortalidades la edad de la adolescente o el nivel socioeconómico bajo.

En  la  actualidad  se  ha  logrado  identificar  un  mayor  número  de  microorganismos que se  transmiten  por  vía  sexual.  Entre  los  más  comunes  y  con  repercusión perinatal   a corto   y   mediano   plazo   incluyen Treponema   pallidum,   Neisseria gonorrohoeae, Chlamydia trachomatis, Mycoplasmas, Herpes simple, Streptococcus del grupo B yvirus de la inmunodeficiencia humana.

 

Treponema pallidum

Es  una  infección  sistémica  causada  por Treponema  pallidum, caracterizada  por periodos de actividad clínica y prolongada latencia. El microorganismo causal tiene forma  de  espiral  muy  delgada,  es  poco resistente  a  la  desecación  y  a  la temperatura,  bastan tres  horas  a  40 oC  para  inmovilizarlo  y  muere  en  una  hora  a 42oC.  Es inefectivo  en  material  de  autopsia  hasta  por  24  horas.  El  único  reservorio natural  es el  hombre. Evoluciona  en  tres  etapas:  primaria  representa  un  chancro  en el lugar de la inoculación (generalmente uno de los labios vulvares), secundaria que  se  evidencia como  una  erupción  cutánea  de  diversos  tipos  (macula, pápula, pústulas, ampollas, etc.) y terciaria que tras un período de latencia, se manifiesta en  forma  de  lesiones tardías  en  piel,  huesos,  sistema  nervioso  central  y  aparato cardiovascular se trasmite al feto por vía vertical y horizontal.

Toda la población sexualmente activa es susceptible a la infección primaria. De las mujeres embarazadas que adquieren la infección sólo el 20% de los hijos podrán nacer sanos, 25% de los fetos infectados in útero mueren antes de nacer y alrededor de un 30% pueden morir después del parto si no son tratados.

La sífilis prenatal se adquiere in útero por transmisión hematógena transplacentaria a partir de una madre infectada, no tratada y con menos de cuatro años de iniciada la infección. Las madres que se infectan en las últimas seis semanas previas al parto, no transmiten la infección al producto. El paso transplacentario de T. pallidum es entre el cuarto y quinto mes del embarazo, probablemente por la protección que confieren las células de Langhans del corion. Una vez que T.pallidum invade al feto, hay diseminación a todos los órganos infiltrando el endotelio vascular, causando meningoencefalitis, hepatitis, osteocondritis, neumonitis, etc., pudiendo inducir la pérdida fetal.

En las madres no tratadas los abortos tienden a disminuir en embarazos posteriores, pero se presentan más mortinatos prematuros o recién nacidos a término sifilíticos. De acuerdo al tiempo de evolución de la enfermedad ésta se clasifica en: Sífilis prenatal reciente sintomática la cual es la que se manifiesta desde el nacimiento hasta los dos años de edad y como sífilis prenatal tardía que se manifiesta después de los dos años y hasta los 30 años.

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, apoyándose en antecedentes epidemiológicos. El diagnóstico de certeza se establece con la observación T.pallidumen microscopio de campo oscuro o tinciones con inmunofluorescencia a partir de muestras sanguíneas, base del cordón umbilical y de órganos. Se apoya con pruebas serológicas treponémicas y no treponémicas. El VDRL y el RPR son pruebas no treponémicas con alta sensibilidad pero baja especificidad, por lo que encaso de ser positivas deben ser confirmadas con una prueba treponémica como el FTA-Abs, para poder afirmar que el paciente tiene sífilis.

Neisseria gonorrhoeae

La especia Neiseria gonorrhoeae es el agente causal de la gonorrea; ésta es una bacteria con morfología de diplococo gramnegativo. Es altamente sensible a los cambios de temperatura, humedad y pH, por lo que su transmisión requiere un contacto estrecho. N. gonorrhoeae puede infectar cualquier mucosa como uretra, endocérvix, faringe, conjuntiva y recto. El riesgo de infección gonocócica para una mujer post exposición con un hombre infectado es del 50 a 90%, mientras que el riesgo postexposición en un hombre es de alrededor del 30%; esta probabilidad incrementa con el número de relaciones sexuales.

Cuando la infección ocurre antes de las 12 semanas de gestación se pueden presentar casos de aborto; después de la semana 16 es más común la presencia de corioamnioitis con amenaza de aborto, amenaza de parto pre termino y ruptura de membranas.

Las formas más graves de infección materna son la peri hepatitis y la enfermedad pélvica inflamatoria con salpingitis. Posterior al parto más de la mitad de los hijos de madres con gonorrea presentan oftalmia neonatorum, que es la forma clínica más común de infección gonocócica de transmisión perinatal. El neonato presenta dentro de la primera semana de vida (alrededor del tercer día) acentuada inyección conjuntival, secreción purulenta abundante y edema palpebral. En la actualidad son escasos los reportes depacientes que terminan con ceguera, que fue una de las complicaciones comunes enel pasado.

En forma ocasional pueden presentarse manifestaciones sistémicas de infección y en forma tardía pueden presentar artritis. El diagnóstico además de los datos clínicos debe apoyarse en la realización de frotis y cultivo de la secreción purulenta en el cual deberá buscarse N. gonorrhoeae en medio de Thayer-Martín y gelosa chocolate y al mismo tiempo enviar muestra para inmuno fluorescencia o ELISA y/o cultivo para Chlamydia trachomatis.

Candidiasis uretrogenitales

La  candidiasis  genital  es  una  afección  producida  por  levaduras  del género Cándida, el cual reúne cerca de 100 especies. Su frecuencia se halla en aumento: se encuentra  en  un  10  a  15%  de  las  afecciones  no  gonocócicas  y  de  las vulvovaginitis. El   desequilibrio   hormonal   que   se   produce   durante   el   embarazo   origina modificaciones  epiteliales  conocidas  a  nivel  de  la  vagina  y  facilita  la  implantación de levaduras de origen digestivo Se comprueba un descenso del pH vaginal. Una  de cada  tres  mujeres  presenta  una candidiasis vaginal  durante  la  primera mitad del embarazo, una de cada dos en el momento del parto. Las pacientes presentan  prurito,  ardor,  dispareunia,  flujo  transvaginal  aumentado que puede ser grumoso con aspecto de “requesón” o en el embarazo fluido incrementado blanco  lechoso.  Podemos encontrar  en  el  área  genital  edema, eritema y huellas de rascado.

El diagnóstico se base en el examen directo “al fresco”, una gota de secreción al microscopio permite poner de manifiesto las levaduras y los filamentos micelianos. También  se  puede  utilizar  frotis  teñido  de  Gram  apreciándose  las  levaduras  con pseudomicelos.

Trichomonas vaginalis

La trichomonas vaginalis es un microorganismo flagelado eucariótico, de las tres especies encontradas en el hombre, solo trichomona vaginalis es patógena. El número anual de casos en todo el mundo se estima en 180 millones, aproximadamente. En muchos países 1 de cada 4 mujeres en edad de actividad sexual ha estado afectada o lo estará. La vulvo vaginitis se manifiesta por un exudado vaginal fétido profuso, color verdoso y espumoso y por irritación vulvar pruriginosa con dolor. La mucosa vaginal y el cuello uterino muestran exudado inflamatorio ocasionalmente con “puntos de fresa”. La vulvitis está marcada por edema, dolor y eritema. La tricomoniasis puede confirmarse por la demostración del parásito en las secreciones uretro genitales. Se pueden realizar: examen en fresco en portaobjetos, examen pos coloración y cultivo.

Condilomatosis

El virus responsable es el Human papiloma virus (H.P.V)El contagio habitualmente es sexual. Ciertas situaciones pueden favorecer la aparición de papilomas venéreos como: diabetes, embarazo, tratamientos inmunodepresores o con corticoides. La infección por HPV puede manifestarse como una infección evidente o sub clínica en el cérvix, la vagina, la vulva, el cuerpo perineal o el área perianal o como una citología anormal.

Los condilomas acuminados tienden a ocurrir como lesiones polimórficas múltiples que pueden fusionarse hasta formarse grandes masa en las áreas vulvar, perineal o anal. Los condilomas se hallan con frecuencia dentro de la vagina y en ocasiones aumentan de tamaño impidiendo el parto vaginal. Podemos encontrarlos también enel meato uretral externo y en el clítoris. Los condilomas acuminados son comunes en el cérvix y se ven como una lesión acuminada definida, una lesión mucosa o manchas blancas con un puntillado fino en la colposcopia (previa aplicación de ácido acético).La infección por H.P.V. representa un cofactor de riesgo de cáncer de cuello uterino, sobre todo si está asociado a otros agentes potencialmente mutágenos. Entre las enfermedades asociadas con los HPV figuran la neoplasia intraepitelial cervical (NIC), la neoplasia intraepitelial vaginal (VAIN) y la neoplasia intraepitelial vulvar (VIN), así como casi todos los carcinomas de células escamosas invasoras del tracto genital.

Para el diagnóstico el método más utilizado es el de papanicolau. Existen otros métodos como la Detección de Antigeno y la Hibridación del ADN pero su alto costo impide que se realicen de forma rutinaria.

Vaginosis bacteriana

La Vaginosis bacteriana se caracteriza en un crecimiento polimicrobiano masivo y en exceso en el que los microbios actúan de manera sinérgica y causan síntomas genitales locales (olor aminado y secreción) y anormalidades en el conducto reproductivo alto. El principal germen causal es la Gardnerella vaginalis, el cual es un bastoncito gramnegativo o grampositivo débil, a veces polimorfo, inmóvil, no en capsulado. Puede coexistir con otros gérmenes o en menor proporción se puede deber al incremento logarítmico de las concentraciones de un conjunto de bacterias con potencial patógeno como son especies de Prevotella (antes Bacteroides), especies de Peptostreptococcus, Porphomonas y Mobiluncus, junto con Ureaplasma urealyticum y Micoplasma hominis.

Las pacientes en general, refieren leucorrea de olor desagradable. Estas tienden a adherirse a las paredes vaginales tapizándolas en su totalidad. Actualmente el diagnóstico clínico de la vaginosis bacteriana se basa en la observación de tres de los cuatro criterios clínicos siguientes:

1) Secreción homogénea, delgada, adherente de color gris blanco.

2) pH del líquido vaginal > 4.5.

3) Liberación del olor aminado con alcalinización del liquido vaginal, “prueba del olor”.

4) Presencia de células epiteliales vaginales con bordes oscurecidos por bacterias pequeñas, adherentes, llamadas células “indicio”. El incremento de pH (>4.5) es el más sensible pero el menos especifico de estos criterios clínicos.

La presencia de células “indicio” sobre el examen al fresco montado en solución salina es el indicador más específico y sensible de vaginosis bacteriana, con un valor predictivo positivo de un 85% al 90%. El típico olor intenso y desagradable a “pescado” distintivo de la vaginosis bacteriana es resultado de la liberación de aminas volátiles (p. ej., putrecina, cadaverina y trimetilamina) cuando el liquido vaginal se alcaliniza. Los agentes que elevan el pH vaginal, como el semen y el líquido menstrual, también pueden liberar este olor. La adición de una gota de hidróxido de potasio al líquido vaginal volatiliza las aminas y produce un intenso olor aminado a pescado. La presencia de dicho olor tiene un valor predictivo positivo del 94%, pero es el menos sensible de los criterios (84%), por ello su ausencia no niega la presencia de vaginosis bacteriana.

¿Cómo una infección de transmisión sexual durante el embarazo puede afectar a tu bebé?

Las infecciones de transmisión sexual durante el embarazo pueden causar muchas complicaciones. Por ejemplo:

Otros efectos de una infección de transmisión sexual en tu bebé pueden incluir:

¿Cómo se tratan las infecciones de transmisión sexual durante el embarazo?

Algunas infecciones de transmisión sexual, como la clamidia, la gonorrea y la sífilis, se pueden tratar y curar con antibióticos durante el embarazo. Sin embargo, no se pueden curar las infecciones de transmisión sexual causadas por virus, como la hepatitis B, la hepatitis C y el VIH.

En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos antivirales para ayudar a reducir el riesgo de transmitir una infección viral al bebé. Si tienes VIH, puede que debas tener un parto por cesárea.

¿Qué puedes hacer para prevenir una infección de transmisión sexual?

Hay varias maneras de reducir el riesgo de sufrir infecciones de transmisión sexual.

Si está embarazada puede infectarse de las mismas enfermedades de transmisión sexual (ETS) que las mujeres que no están embarazadas. Las mujeres embarazadas deben pedirle al médico que les haga pruebas de detección de ETS, ya que algunos doctores no lo hacen de manera habitual.

Un componente fundamental de la atención prenatal adecuada es garantizar que se les hagan pruebas de detección de ETS a las pacientes embarazadas. Hágales las pruebas de detección de ETS a sus pacientes embarazadas en etapas tempranas del embarazo y repítalas al acercarse el parto, si es necesario. Para garantizar que se realicen las pruebas de detección correctas, lo animamos a que tenga conversaciones abiertas y sinceras con sus pacientes embarazadas y, si es posible, con sus parejas sexuales sobre los síntomas que hayan tenido o tengan y sobre cualquier comportamiento sexual de alto riesgo que puedan tener.

Estoy embarazada. ¿Puedo contraer una ETS?

Sí, sí puede. Las mujeres embarazadas pueden infectarse con las mismas enfermedades de transmisión sexual que las mujeres que no están embarazadas. El embarazo no ofrece a las mujeres ni a sus bebés ninguna protección adicional contra las ETS. Muchas son “silenciosas”, o no tienen síntomas, por lo que usted podría no saber si está infectada. Si está embarazada, debe hacerse pruebas de detección de ETS, incluido el VIH (el virus que causa el sida), como parte de la atención médica de rutina durante el embarazo. Las consecuencias de una ETS para usted y su bebé pueden ser más graves y hasta mortales, si se infecta durante el embarazo. Es importante que usted conozca los efectos dañinos de las ETS y que sepa cómo protegerse y proteger a su bebé contra las infecciones. Si le diagnostican una ETS durante el embarazo, también le deben hacer pruebas de detección y dar tratamiento a su pareja sexual.

¿Cómo me afectarán o afectarán a mi bebé en gestación las ETS?

Las ETS pueden causarle complicaciones en el embarazo y tener graves efectos en usted y su bebé en gestación. Algunos de estos problemas se pueden notar al momento del nacimiento, mientras que otros no se descubrirán sino hasta meses o años después. Además, se sabe que la infección por una enfermedad de transmisión sexual, puede hacer más fácil que una persona se infecte con el VIH. La mayoría de estos problemas pueden prevenirse si usted recibe atención médica de rutina durante el embarazo. Esto incluye hacer pruebas de detección de ETS en etapas tempranas del embarazo y repetirlas cerca del momento del parto, si es necesario.

¿Debo hacerme pruebas de detección de ETS durante mi embarazo?

Sí. Las pruebas de detección y el tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual en las mujeres embarazadas es una forma vital de prevenir graves complicaciones tanto para la salud de la madre como la del bebé, que de otra forma se presentarían por la infección. Mientras más pronto usted reciba atención médica durante el embarazo, mejores serán los resultados para su salud y la de su bebé en gestación. Las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del 2015 para el tratamiento de las ETS recomiendan las pruebas de detección de ETS para las mujeres embarazadas. Las recomendaciones sobre las pruebas de detección que su proveedor de atención médica debe seguir están incorporadas en la tabla sobre ETS durante el embarazo:

Asegúrese de preguntarle a su médico sobre hacerse las pruebas de detección de ETS. También es importante que usted tenga una conversación abierta y sincera con su proveedor y hablen de cualquier síntoma que tenga y todas las conductas sexuales de alto riesgo en las que participe, ya que algunos doctores no realizan estas pruebas de manera rutinaria. Aunque usted se haya hecho pruebas en el pasado, debería volvérselas a hacer si queda embarazada.

¿Puedo recibir tratamiento para una ETS mientras estoy embarazada?

Esto depende de varios factores. Las enfermedades de transmisión sexual como la clamidia, gonorrea, sífilis, tricomoniasis y vaginosis bacteriana pueden tratarse y curarse con antibióticos que se pueden tomar en forma segura durante el embarazo. Las ETS causadas por virus, como el del herpes genital, la hepatitis B o el VIH, no se pueden curar. Sin embargo, en algunos casos estas infecciones se pueden tratar con medicamentos antivirales u otras medidas preventivas para reducir el riesgo de transmisión de la infección al bebé. Si está embarazada o planea quedar embarazada, debe hacerse las pruebas de detección para que pueda tomar medidas para protegerse y proteger a su bebé.

¿Cómo puedo reducir mi riesgo de contraer una ETS mientras estoy embarazada?

La única manera de evitar las ETS es no tener relaciones sexuales vaginales, anales ni orales.

Si usted es sexualmente activa, puede hacer las siguientes cosas para disminuir las probabilidades de contraer clamidia:

Repercusión sobre las embarazadas y los recién nacidos

La repercusión más seria debida a las ETS excluyendo al VIH/SIDA tiende a ocurrir en mujeres y recién nacidos. Las complicaciones en las mujeres incluyen el cáncer de cérvix y la enfermedad pélvica inflamatoria con infertilidad, dolor crónico, embarazo ectópico y mortalidad materna asociada subsecuente. En los países en vías de desarrollo, las complicaciones maternas que se relacionan directamente con las ETS no tratadas representan la primera causa de morbimortalidad maternoinfantil.

Hoy en día el control de las enfermedades de transmisión sexual en el embarazo ha cobrado un auge creciente. Las ETS intrauterinas y de transmisión perinatal pueden tener consecuencias mortales o efectos graves para el feto y la madre.

Los efectos devastadores de la sífilis materna en el feto son bien conocidos. La sífilis materna no tratada puede producir abortos espontáneos, muerte fetal, prematuridad y sífilis congénita. La transmisión vertical de la sífilis es común y es una de las causas principales de pérdida fetal y muerte perinatal e infantil. El efecto más serio de la sífilis en el embarazo es el aborto espontáneo.

La sífilis congénita ocurre aproximadamente en 1/3 de recién nacidos de mujeres embarazadas con sífilis no tratadas. El diagnóstico en el nacimiento es difícil y el problema se subestima en la mayoría de los hospitales en virtud de que el niño infectado puede estar al principio asintomático.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la eliminación de la sífilis congénita como problema de la salud pública se certificará cuando la tasa de incidencia de esta entidad (incluida los neonatos), sea igual o inferior a 0,5 casos por 1 000 nacidos vivos. La justificación de definir la eliminación de esta manera se basa en 2 resultados previstos de eliminación:

Por otra parte, las tasas de prevalencia de las infecciones gonocóccicas en mujeres embarazadas muestran amplias variaciones geográficas. Estados Unidos tiene la tasa más alta dentro de los países industrializados, oscilando del 0,6 al 2,7 %. En la mayoría de los países europeos la tasa de prevalencia de la gonorrea en mujeres embarazas es casi siempre menos del 1 %.

La tasa de prevalencia en mujeres que acuden a las clínicas prenatales en la mayoría de los países africanos, varían del 1 al 15 %. La lentitud con que se publican los resultados de otros continentes sugiere que algunos países tienen tasas de prevalencia similares a las tasas de las poblaciones africanas.

Las investigaciones anteriores sugieren una correlación entre la gonorrea materna y el parto prematuro. Estos hallazgos se confirmaron en un estudio de control de casos realizado en Kenia sobre la correlación entre ETS específicas y el parto prematuro. Las mujeres con gonorrea presentaron un aumento triple en el riesgo de dar a luz a un recién nacido prematuro. En un estudio más reciente y más grande en las mismas condiciones, se comprobó, que las infecciones gonocóccicas maternas estaban con un aumento del riesgo (3,2 de riesgo relativo) de recién nacidos de muy bajo peso, pero sin prematurez.

Sin lugar a dudas la oftalmía gonocóccica neonatal es la complicación más importante de la gonorrea en el embarazo. En Nairobi, por ejemplo, 28 de 67 bebés cuyas madres tenían blenorragia desarrollaron oftalmía gonocóccica. En Camerún el 30 % de los bebés expuestos desarrollaron la infección. Estas tasas de transmisión, resultan tasas alarmantes de prevalencia de esta enfermedad, de 3,6 a 4 por cada 100 nacidos vivos respectivamente. En contraste, las tasas de prevalencia de oftalmía gonócoccica neonatal en el mundo occidental tienen un promedio de 0,06 %.

Las infecciones genitales en ambos sexos con frecuencia son producidas además por la clamydia. Hoy en día se acepta que estas infecciones son más frecuentes que las causadas por el gonococo, e incluso, iguala en ocasiones a las del herpes virus. Muchos autores la consideran como una de las enfermedades infecciosas de la década. Se estima que más del 50 % de las uretritis no gonocóccicas son causadas por la clamydia trachomatis.

El papel de la infección clamídica materna en la prematuridad es más debatible. Sólo las mujeres con infección clamídica y un nivel elevado de Inmunoglobulina M (IgM) se encontraron con un riesgo elevado de prematurez.24

Existe evidencia de que tanto la infección gonocóccica como clamídica elevan el riesgo de las infecciones posparto. El 20 % de las madres que dieron a luz en un estudio que se realizó en Nairobi, desarrollaron infección clínica posparto dentro de los 7 a 28 días del parto, y aproximadamente el 50 % de estas infecciones se podían atribuir a la Neisseria gonorrhoeae y a la Clamydia trachomatis o a ambas.

La transmisión vertical del VIH/SIDA constituye otro problema importante que preocupa a la salud pública mundial. En 1992 habían nacido en África alrededor de 250 000 niños infectados por el VIH. En Estados Unidos las tasas de transmisión perinatal del SIDA fueron estimadas en 1991, en un 25 - 30 %.26 Hoy en día una gran proporción de los adultos afectados son mujeres, en las que se ha convertido en una de las principales causas de mortalidad. Ello es particularmente cierto en aquellas mujeres entre 20 y 40 años de edad que habitan en grandes ciudades de la región de las Américas y el África subsahariana. En algunos países de esta zona, las tasas de prevalencia de mujeres embarazadas con VIH/SIDA oscilan entre el 8 y el 12 %, sin embargo en Europa Occidental estas tasas se encuentran entre un 0,6 y un 1 %.27

Otra de las ETS que ha cobrado auge en los últimos años es la hepatitis B. Se estima que cada año nacen 20 000 niños de madres positivas al antígeno de la hapatitis B (HBsAg) en los Estados Unidos. Estos niños tienen un alto riesgo de contraer por vía parenteral el virus de la hepatitis B, la infección crónica por este virus y otras complicaciones de enfermedades crónicas del hígado asociadas tales como cirrosis y cáncer hepatocelular.

Se recomienda la vacunación de todas las mujeres embarazadas y la realización de exámenes de rutina en las etapas más avanzadas de cada embarazo para detectar antígenos en virus de la hepatitis B y determinar cuándo sus recién nacidos requerirán inmunoprofilaxis para la prevención de la infección perinatal. Según el centro de Ingeniería Genética y Biotecnología en 1998 se estimó que el virus de la hepatitis B afectaba a más de 300 millones de personas en todo el mundo.

Por otra parte, el herpes genital se considera como una de las ETS más frecuentes de la presente década. Es la causa más común de infección vesiculoulcerativa en los adolescentes. Es crónica y recurrente, capaz de debilitar el organismo, y se sugiere una correlación entre esta afección y el cáncer de cuello uterino y de la vulva en la mujer.4 Por otra parte, el contagio fetal con herpes simple puede ocurrir en cualquier momento del embarazo, produciendo microcefalia, microftalmía, muerte fetal y aborto espontáneo. Sin embargo, el mayor peligro de contagio aparece durante el parto cuando ocurre una rotura de membranas, provocando en el recién nacido encefalitis herpética, conjuntivitis y afecciones en piel y cavidad oral.

La candidiasis vaginal o moniliasis, es una de las infecciones del tracto urinario que más afecta a las mujeres. Cada año, millones de mujeres padecen esta enfermedad a lo largo y ancho de nuestro planeta. Se estima, que 3 de cada 4 mujeres padecerán al menos de un episodio de candidiasis vaginal durante el transcurso de sus vidas. Afortunadamente, esta enfermedad es de fácil y rápido diagnóstico, y su adecuado tratamiento cura la enfermedad de forma rápida y segura. La repercusión de esta enfermedad sobre el embarazo ha sido un tema ampliamente debatido. Hoy en día hay estudios que demuestran que la infección por Candida albicans puede provocar abortos espontáneos y partos prematuros.

 

Conclusión

La mayoría de las infecciones del tracto reproductivo son enfermedades frecuentes que se transmiten de forma sexual. Ellas afectan tanto a niños, como mujeres y hombres. Mundialmente alrededor de estas enfermedades se ha creado una cultura del silencio, a pesar de sus obvios efectos negativos y de que son prevenibles, diagnosticables y tratables.

Son consideradas una verdadera epidemia, pues anualmente se diagnostican más de 250 millones de casos nuevos, y de ellos, más de 50 se producen en las Américas.3 La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que esta cifra pudiera ascender a billones de casos, pues en varias poblaciones la mayoría de los adultos se infectan con uno o varios de estos patógenos, y más hoy con la aparición del VIH/SIDA, que se considera como una de las 10 enfermedades más mortíferas del mundo.

Las consecuencias más serias de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se producen en mujeres y recién nacidos, y representa en muchos países subdesarrollados la primera causa de morbimortalidad maternoinfantil, pues se ha visto una asociación entre ellas y el cáncer de cérvix, la enfermedad pélvica inflamatoria con infertilidad, y el embarazo ectópico en las mujeres.3 La transmisión perinatal de las ETS ha sido causa también de abortos espontáneos, prematuridad y bajo peso al nacer, teniendo además consecuencias mortales o efectos graves para el feto.

Debido a la importancia que se le da al Programa Materno Infantil, se pesquisan durante el embarazo una serie de ETS. Sin embargo, es poca la información que se recoge sobre la prevalencia de estas enfermedades en las embarazadas, por lo que con este estudio queremos describir su comportamiento en gestante. Se recomienda discutir el sistema continuo de notificación de enfermedades, y proponer soluciones que permitan distinguir las embarazadas con enfermedades de transmisión sexual. Desde el punto de vista metodológico, recomendamos la realización de investigaciones de este tipo en otros años que permitan trazar políticas en relación con el mejor cumplimiento de los Programas Materno Infantil y de Control de las Enfermedades de Transmisión Sexual, para contribuir con ello al mejoramiento del estado de salud de la población.

 

 

Referencias

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