Ciencias técnicas y aplicadas
Artículo de investigación
Índice sintético de cultura: Una herramienta de gestión pública para el desarrollo turístico de los territorios
Synthetic culture index: A public management tool for the tourist development of the territories
Índice sintético de cultura: Um instrumento de gestão pública para o desenvolvimento do turismo nos territórios
Correspondencia: acmancheno@espoch.edu.ec
1x1sc
*Recibido: 22 de mayo del 2021 *Aceptado: 20 de junio del 2021 * Publicado: 05 de julio del 2021
I. Master Universitario en Estadística Aplicada, Ingeniera en Estadística Informática, Formación de Formadores, Docente Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Facultad de Recursos Naturales, Riobamba, Ecuador.
II. Master Universitario en Investigación en Ciencias Sociales, y Jurídicas Especialidad en Empresa Turismo, Ingeniero en Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras, Formación de Formadores, Docente Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Facultad de Recursos Naturales, Riobamba, Ecuador.
III. Magister en Turismo Sostenible y Desarrollo Local, Especialista Superior en Gestión Ambiental Mención Amazonia y Derechos Humanos, Master En Diseño, Gestión y Dirección de Proyectos, Guía Profesional de Turismo, Formación de Formadores , Docente Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Facultad de Recursos Naturales, Riobamba, Ecuador.
IV. Ingeniero en Ecoturismo, Investigador independiente, Riobamba, Ecuador.
Resumen
La cultura se establece como un sector capaz de contribuir en el desarrollo local de los territorios, a través de su vinculación con la práctica turística como por su aprovechamiento en las industrias culturales y creativas. Este sector requiere de un profundo análisis pues ha pasado a segundo plano la relevancia que presenta principalmente por parte de los gobiernos autónomos descentralizados, tomando en consideración esto, el propósito central del estudio es generar un índice sintético de cultura para contribuir a la gestión del sector, esto permitirá que los GADs comprendan la información del sector, para con ello establecer una política de gestión clara. Los resultados mostraron que el discurso que gobierna el estatus deseado de las industrias culturales es un discurso "económico", y también se pueden imaginar tres escenarios basados en discursos "culturales", "sociales" y "políticos" para el futuro de las industrias culturales en las capitales provinciales del Ecuador.
Palabras claves: Análisis factorial; cultura; turismo; Ecuador.
Culture is established as a sector capable of contributing to the local development of the territories, through its link with the tourist practice as well as its use in the cultural and creative industries. This sector requires a deep analysis as the relevance it presents mainly by decentralized autonomous governments has gone to the background, taking this into account, the main purpose of the study is to generate a synthetic culture index to contribute to the management of the sector This will allow the GADs to understand the information of the sector, in order to establish a clear management policy. The results showed that the discourse governing the desired status of cultural industries is an "economic" discourse, and three scenarios based on "cultural", "social" and "political" discourses can also be imagined for the future of cultural industries. in the provincial capitals of Ecuador.
Keywords: Factor analysis; culture; tourism; Ecuador.
Resumo
A cultura é estabelecida como um sector capaz de contribuir para o desenvolvimento local dos territórios, através da sua ligação com a prática turística, bem como a sua utilização nas indústrias culturais e criativas. Este sector requer uma análise profunda, uma vez que a relevância que apresenta principalmente por parte de governos autónomos descentralizados foi para segundo plano, tendo isto em conta, o principal objectivo do estudo é gerar um índice de cultura sintética que contribua para a gestão do sector. Os resultados mostraram que o discurso que rege o estatuto desejado das indústrias culturais é um discurso "económico", e três cenários baseados em discursos "culturais", "sociais" e "políticos" também podem ser imaginados para o futuro das indústrias culturais. nas capitais de província do Equador.
Palavras-chave: Análise de factores; cultura; turismo; Equador.
Introducción
Durante la última década el turismo se ha establecido como segunda industria más grande del mundo (Altamirano y Muñoz, 2007). Así lo demuestran las cifras en el año 2019, registrando 1.500 millones de llegadas de turistas internacionales en el mundo. Se esperaba que esta cifra se incremente en un 4% en el 2020 (OMT, n.d.)
A pesar de que el turismo es una actividad dinámica y pujante, también está supeditada directamente a las tendencias de la demanda, pocas veces se consideran los eventos extemporáneos que el ser humano no puede controlar, un claro ejemplo de ello es la coyuntura actual debido a la mayor crisis sanitaria de la historia por la COVID-19 (Lombardi et al., 2021), la cual está influyendo en el turismo de manera directa (OMT, 2020). Entre enero y mayo, las llegadas de turistas internacionales fueron un 85% inferiores a las de 2019 (y 65% inferiores a las de 2020). A pesar de un pequeño repunte en mayo, la aparición de nuevas variantes de la COVID-19 y la constante imposición de restricciones han hecho que el turismo interno esté recuperándose a un ritmo superior al de los viajes internacionales (OMT, 2020).
Frente a este panorama de afectación a las industrias globales, la demanda se inclina por nuevas tendencias turísticas (ProEcuador, 2021) y recupera antiguas, como la visita a áreas naturales y el disfrute de las industrias culturales o actividades vinculadas a la cultura. Analizando el caso turístico, las industrias culturales surgen como una alternativa para dinamizar la economía mundial y local, debido a la capacidad de adaptación a los cambios que éstas han demostrado.
Es así que, varios autores retoman el análisis del tema de industrias culturales pues no es nuevo el concepto y suscita discusión entre los investigadores. Por ejemplo, Hullot-Kentor (2008) le otorgan la paternidad del término a Horkheimer y Adorno (1944) quienes emplearon este concepto para referirse a la creciente tendencia de un sector de la economía que produce bienes y servicios artísticos para el consumo masivo (Szpilbarg y Saferstein, 2014). Desde ese momento, el concepto ha filosofado varios cambios que han llevado a la definición de la UNESCO (2017) la cual ha logrado sintetizar la discusión:
aquellas que producen productos creativos y artísticos tangibles o intangibles, y que tienen el potencial para crear riqueza y generar ingreso a través de la explotación de los activos culturales y de producción de bienes y servicios basados en el conocimiento (tanto tradicional como contemporáneo).
Sin embargo, Mato (2009) menciona que para operativizar el concepto a través de estudios del sector es necesario delimitar qué actividades de la economía se considera como parte o no de las industrias culturales, por cuanto no hay una visión clara para estas industrias dentro de América Latina (Rey, 2009) y los países que la conforman. Esta realidad se replica en todos los espacios geográficos del Ecuador.
Tomando en cuenta tanto, las funciones de las industrias culturales como los recursos existentes en Ecuador expresados en patrimonio cultural material e inmaterial, se evidencian oportunidades para desarrollar estas industrias en el país; sin embargo, la cultura no es considera un sector económico potencial, evidenciando su abandono desde los procesos de administración a nivel de Gobiernos Autónomos Descentralizados.
Aunque la cultura presenta un claro potencial de aprovechamiento, los niveles de gestión de la misma no comprenden cómo alcanzarlo, por ello se propone el diseño de una herramienta que facilite la interpretación de la información cultural para con ello contribuir en la definición de políticas públicas aptas para cada territorio. Los indicadores sintéticos son aceptados como instrumentos para la toma de decisiones y la comunicación de información. El procedimiento para la obtención de un indicador sintético se basa en una suma de ponderaciones utilizando los resultados obtenidos al aplicar el análisis factorial (AF) que fue procesado en el programa SPSS. En este documento se construye un indicador sintético, el cual utiliza una serie de indicadores culturales, que presenta un panorama de la situación actual de cada una de las 24 provincias del país tomando como referencia las ciudades capitales. El levantamiento de información tomó como técnica de investigación la revisión de fuentes de información secundaria para la contabilización de registros, seleccionando las bases de datos publicadas por los organismos oficiales.
Finalmente, se resalta la importancia de incorporar el análisis de indicadores sintéticos, como una herramienta efectiva en la toma de decisiones técnicas enfocadas en el desarrollo sostenible de las ciudades (Phillis, Kouikoglou y Verdugo, 2016).
Revisión de la literatura
La cultura se establece como un completo total que incluye una diversidad de bienes, manifestaciones, simbologías y sentidos que forman parte del modo de vida de los distintos grupos humanos (Guerrero, 2002), debido a que la cultura se constituye en la piedra angular para la organización de los grupos, sobre ésta se ha ido profundizando paulatinamente el estudio de las diversas formas en las que “interactúa, impacta y contribuye a los procesos de desarrollo” (Unesco y UIS, 2009).
De acuerdo con Aguirre (2016) desde los años 80, se inicia con la incorporación de la cultura como pilar generador del desarrollo, esta condición ha sido cuestionada a lo largo del tiempo, debido a la necesidad de disponer de altos niveles de subsidio para dar continuidad al progreso de este sector; situación que le ha valido por varias décadas su rezago dentro de la economía de los países, al mismo tiempo que sus aportes han sido minimizados (Maldonado-Erazo et al., 2019).
No obstante antes de observar a este sector como un peso muerto para las administraciones públicas de los países es necesario señalar que, para 2019 la cultura y los bienes o servicios relacionados de forma directa con la creatividad aportaron con el 3% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, generando 30 millones de empleos y USD 2 250 billones por medio de las industrias culturales y creativas, lo cual apoya lo planteado por Boal y Herrero (2017) quienes resaltan que las actividades culturales se constituyen en un sector viable para el crecimiento y diversificación de la estructura productiva de las economías locales o regionales, afirmación que han contribuido a modificar la perspectiva existente y con ello desarrollar en la última década los conceptos de la economía creativa[1] y economía naranja[2], las cuales se constituyen en sectores emergentes con alta capacidad de resiliencia.
Aunque el aporte de la cultura hasta nuestros días sigue siendo cuestionado, esta realidad no está muy apartada a la existente en Ecuador, de acuerdo con el estudio efectuado por Correa-Quezada et al. (2018) se ha identificado que existe una estrecha relación entre las actividades económicas vinculadas a las industrias culturales y creativas, y el Valor Agregado Bruto provincial (VABp) lo que justifica una influencia representativa de la creatividad en el crecimiento y desarrollo regional, aunque para 2019 el sector cultural aportó con el 1,93% del PIB del país, el fomento de la cultura no ha logrado calar en los índices macro económicos del país, debido en gran medida por la falta de cuentas satélite, la falta de claridad en las definiciones, la subjetividad en los criterios para seleccionar quién pertenece o no a este sector, así como por el sesgo que provoca el uso de estándares ocupacionales internacionales (Correa-Quezada et al., 2018), siendo minimizada la capacidad de dinamización a escala nacional que pueden ofrecer las empresas culturales y las industrias creativas (Ministerio de Cultura y Patrimonio, 2019).
A esto se une la crisis nacional que atraviesa el sector cultural del país, que está marcada por la presencia de 12 Ministros de Cultura en los últimos 14 años de vida del país (2007 a 2021), condición que ha impedido la definición de una política pública clara que pueda orientar el accionar de este sector bajo la singularidad que presenta no solo en la economía, sino también en cada espacio territorial del Ecuador.
De acuerdo con Escudero (2014) la puesta en marcha de la última Constitución de la República del Ecuador (2008) ha llevado a la asignación de múltiples competencias de gestión a distintos niveles de organización territorial, en función del proceso de autonomía y descentralización en el que se organiza el Estado. En sus primero momentos, este escenario se estableció como alentador para el desarrollo de los territorios puesto que permitiría la participación de diversos estratos sociales para la creación de un modelo de gestión que se ajuste a las particularidades de cada espacio, puesto que los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs) se articulan a nivel “de juntas parroquiales rurales, los concejos municipales, los concejos metropolitanos, los consejos provinciales y los consejos regionales” (Constitución de la República del Ecuador, 2008, p.123); con esta desagregación del poder se procede con la atribución y asignación de competencias exclusivas o concurrentes de trabajo para la gestión de los distintos sectores.
En el caso de la cultura se asigna la titularidad constitucional de la competencia a los GADs municipales y metropolitanos para con ello preservar, mantener y difundir el patrimonio arquitectónico y cultural[3], condición que obliga a estos niveles de organización a diseñar los mecanismos necesarios para afrontar la gestión de este sector.
Noriega y Maldonado-Erazo (2018) mencionan que, aunque esto busca promover el empoderamiento local, poco se ha hecho por clarificar el alcance de la competencia que tienen estas instituciones en el ámbito de la cultura y el patrimonio, denotando el inadecuado proceso de asignación, puesto que, ésta debía transferirse de una forma paulatina para su consideración dentro de las partidas presupuestarias locales y la indispensable capacitación técnica de los equipos de trabajo a cargo.
Esto es ratificado al señalar que los proceso de gestión aunque brindan oportunidades, lamentablemente deben ser desarrollados dentro de niveles de gestión “marcados por inequidades sociales y atravesados por múltiples problemáticas de índole social, económica, política, institucional, legal y de gobernabilidad” (Escudero, 2014), realidad que no puede ser ignorada.
En base a la argumentativa, se identifica la necesidad de facilitar el trabajo de los GADs por medio de la simplificación de datos, al disponer de reseñas y cifras que detallen la situación y aporten a la gestión de la cultura para el desarrollo local.
Entre las acciones generadas para tal propósito, se encuentran los Indicadores UNESCO de Cultura para el Desarrollo (IUCD), los cuales se conciben como un instrumento normativo y de promoción, que permiten evaluar, por medio de datos y cifras, la función pluridimensional de la cultura en el desarrollo local (UNESCO, 2014b), propuesta que analiza siete dimensiones claves de la cultura y del desarrollo, a través de 22 indicadores base, con el fin de promover políticas culturales más acertadas y provocar la integración de la cultura como un generador de progreso (UNESCO, 2014b).
La aplicación de indicadores para el Ecuador, se desarrolló en el año 2012, los resultados alcanzados establecieron que: “La cultura importa en Ecuador (…) destacan el potencial del sector de la cultura en Ecuador para el desarrollo económico y el bienestar, y subrayan al mismo tiempo ciertos obstáculos existentes que inhiben el alcance de su potencial total” (UNESCO, 2014a). Entre los obstáculos se identifica problemas de gobernanza, información que contribuyó en cierta medida a la generación de un sistema más adecuado consolidado con la Ley de Cultura en 2016, pero también mostró los grandes desequilibrios que evidencian las provincias en relación a la repartición de infraestructuras culturales, la falta de acceso equitativo a espacios culturales, así como la debilidad en el ámbito de gestión de este sector a nivel micro (UNESCO, 2014a).
Es necesario señalar que, aunque desde el año 2007 se ha evidenciado un aumento en las partidas presupuestarias destinadas a la promoción de las artes, difusión de actividades culturales, protección y salvaguardia del patrimonio cultural, aún persiste la desorganización para la ejecución de estos presupuestos, así como una “distribución desigual de servicios culturales entre las 24 provincias que componen Ecuador” (UNESCO, 2014a).
Este primer ejercicio del uso de indicadores para caracterizar la realidad de los espacios, ha motivado el interés de generar instrumentos similares para la realidad de cada país o en su defecto espacios territoriales mucho más pequeños, para lo cual se identifica la oportunidad de elaborar un indicador sintético, como la alternativa más adecuada para presentar información relevante de manera sencilla. Este método, al igual que todo proceso, se encuentra sujeto a diversas críticas, entre ellas las resaltadas por Mondéjar–Jiménez y Vargas–Vargas (2008) quienes por un lado plantean que, generan datos de forma rápida y más sencillos de analizar en comparación a otros métodos alternativos, mientras que, por otro argumentan que su aproximación es puramente empírica al problema en estudio, además manifiestan que se requiere de un proceso eficiente de construcción para evitar una mala interpretación de los mismos.
A esto se complementa lo señalado por Rodríguez et al. (2016) quienes argumentan que al permitir la reducción de dimensiones de las características basada en la discriminación de rasgos, facilita el análisis de la información contribuyendo en el desarrollo sustentable de las zonas, con lo cual se aporta a la toma de decisiones, constituyéndose en un instrumento de apoyo para los GADs en temas de conservación, salvaguardia y protección de la cultura como motor de desarrollo local (Soto, 2020).
Este instrumento toma una mayor relevancia en los contextos actuales, debido a la Emergencia Sanitaria Mundial y Nacional que los territorios han tenido que enfrentar por la COVID-19, muchos de los efectos se han materializado principalmente en la degradación de las condiciones de empleo cultural, así como en reducciones presupuestarias de las instituciones del sector y GADs, razón por la cual el Ministerio de Cultura y Patrimonio (2021) plantea como necesidad y estrategia de recuperación la “generación de información e investigación y capacitación en el uso de nuevas herramientas tecnológicas y mecanismos para mejorar la gestión del sector” con el fin de generar e implementar políticas públicas enfocadas en una reactivación.
La reactivación de este sector permitirá, de forma transversal, contribuir a otros, uno de ellos, el sector turístico el cual toma como recursos de aprovechamiento todo lo generado dentro de la cultura de los territorios, además de las producciones derivadas de las industrias culturales y creativas. El mejoramiento de la gestión de la cultura en las cabeceras provinciales, facilitará la definición de productos diferenciados y especializados, afianzando así el proceso de reactivación del país.
Resultados
Descripción de datos
El proceso de cálculo del índice sintético inició con la información de los 8 indicadores detallados en la tabla 1, a los que en términos del análisis se denominaron variables, cada una de tipo cuantitativa – discreta en escala de razón. Es importante indicar que estas variables son comparables ya que indican la cantidad de registros existentes en cada ciudad.
Tabla 1: Variables medidas para generar el índice sintético
Variable |
Abreviatura |
Tipo |
Escala |
Centros de educación artística |
CEA |
Cuantitativa |
Razón |
Museos |
M |
||
Teatros |
T |
||
Fiestas locales |
FL |
||
Monumentos de personajes ilustres |
MPI |
||
Sitios arqueológicos |
SA |
||
Bibliotecas de acceso libre |
BAL |
||
Galerías |
G |
Fuente: Elaboración de los autores
Pertinencia y validez del AF
La reducción de dimensiones requiere que las variables se encuentren correlacionadas entre sí. Hair et al. (1999) sugiere la existencia de un número sustancial de correlaciones que en valor absoluto son mayores a 0.30; en este caso el 82% de los valores de la matriz de correlaciones (tabla 2) cumplen este criterio y, aproximadamente el 30% son mayores a 0.50 lo que implica que las variables se encuentran altamente correlacionadas, aspecto que se verifica al tener un determinante menor a 0.05. Además, en la tabla 2 se destaca la relación directa y fuerte que existe entre las variables T – M; T – CEA; T – BAL; expresando que, las ciudades que se caracterizan por registrar mayor cantidad de teatros, también registran mayor cantidad de museos, centros de educación artística y bibliotecas de acceso libre; también se observa que las variables galerías y fiestas locales tienen las correlaciones más bajas con las variables restantes.
Tabla 2: Matriz de correlaciones (a)
|
CEA |
M |
T |
FL |
MPI |
SA |
BAL |
G |
CEA |
1,000 |
|
|
|
|
|
|
|
M |
0,742 |
1,000 |
|
|
|
|
|
|
T |
0,775 |
0,801 |
1,000 |
|
|
|
|
|
FL |
0,306 |
0,446 |
0,394 |
1,000 |
|
|
|
|
MPI |
0,365 |
0,399 |
0,447 |
0,541 |
1,000 |
|
|
|
SA |
0,345 |
0,649 |
0,367 |
0,274 |
-0,074 |
1,000 |
|
|
BAL |
0,740 |
0,701 |
0,774 |
0,393 |
0,418 |
0,421 |
1,000 |
|
G |
0,436 |
0,184 |
0,374 |
0,260 |
0,201 |
0,312 |
0,447 |
1,000 |
Determinante = 0,003 |
Fuente: Elaboración de los autores
Un segundo aspecto de análisis fue el valor p obtenido de la Prueba de esfericidad de Barlett, prueba que permite verificar que las variables se encuentran correlacionadas entre sí, cuando el valor p es cercano a 0; también, se evalúo la medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO), término que, al aproximarse a 1 expresa que cada variable es perfectamente predicha sin error por las otras variables. En este caso, el valor p de la prueba de esfericidad de Barlett se aproxima a 0 y el KMO es 0,648 (tabla 3) por lo que, en un principio no se considera tan adecuada la reducción de dimensiones por medio del AF. Hair et al. (1999) sugiere la aplicación de esta técnica cuando el KMO es superior a 0.80, aunque otros autores manifiestan que puede superar el valor de 0.50 (Pérez, 2004).
Tabla 3: KMO y prueba de Bartlett (a)
Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin. |
0,648 |
|
Prueba de esfericidad de Bartlett |
Chi-cuadrado aproximado |
110,374 |
gl |
28 |
|
Sig. |
0,000 |
Fuente: Elaboración de los autores
Extracción de los factores
Para seleccionar el número de factores, se utilizó el criterio de Kaiser, que consiste en conservar aquellos factores cuyo autovalor asociado sea mayor que 1. En la tabla 4 se aprecia que los dos primeros factores cumplen con este criterio y en conjunto explican el 68,47% de variabilidad de las 8 variables en análisis; sin embargo, por el análisis de las comunalidades (tabla 5) se observa que la proporción de varianza explicada de la variable G es tan solo del 27,8%.
Tabla 4: Varianza total explicada (a)
Componente |
Autovalores iniciales |
Suma de las saturaciones al cuadrado de la rotación |
||||
Total |
% de la varianza |
% acumulado |
Total |
% de la varianza |
% acumulado |
|
1 |
4,282 |
53,525 |
53,525 |
3,466 |
43,322 |
43,322 |
2 |
1,195 |
14,944 |
68,468 |
2,012 |
25,146 |
68,468 |
3 |
0,868 |
10,856 |
79,324 |
|
|
|
4 |
0,809 |
10,109 |
89,432 |
|
|
|
5 |
0,321 |
4,018 |
93,450 |
|
|
|
6 |
0,263 |
3,290 |
96,740 |
|
|
|
7 |
0,205 |
2,562 |
99,302 |
|
|
|
8 |
0,056 |
0,698 |
100,000 |
|
|
|
Fuente: Elaboración de los autores
Tabla 5: Comunalidades (a)
|
Inicial |
Extracción |
CEA |
1,000 |
0,729 |
M |
1,000 |
0,805 |
T |
1,000 |
0,790 |
FL |
1,000 |
0,536 |
MPI |
1,000 |
0,859 |
SA |
1,000 |
0,717 |
BAL |
1,000 |
0,763 |
G |
1,000 |
0,278 |
Fuente: Elaboración de los autores
Por tanto, se descartó la variable G y se procedió con el cálculo del número de factores a extraer, así como las pruebas que validan el AF. En la tabla 6, se observa que el KMO mejoró su valor elevándose a 0,751. Por otra parte, se mantiene próximo a 0 el valor p de la prueba de Bartlett.
Tabla 6: KMO y prueba de Bartlett (b)
Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin. |
0,751 |
|
Prueba de esfericidad de Bartlett |
Chi-cuadrado aproximado |
95,753 |
gl |
21 |
|
Sig. |
0,000 |
Fuente: Elaboración de los autores
En la tabla 7 se aprecia que, el porcentaje de variabilidad que se explica en cada una de las 7 variables que forman parte de este nuevo análisis supera el 50%, lo que conlleva que al extraer los dos factores que tienen autovalores mayores a 1, se explique en conjunto el 75,10% de su variabilidad total (tabla 8)
Tabla 7: Comunalidades (b)
|
Inicial |
Extracción |
CEA |
1,000 |
0,720 |
M |
1,000 |
0,873 |
T |
1,000 |
0,801 |
FL |
1,000 |
0,534 |
MPI |
1,000 |
0,857 |
SA |
1,000 |
0,718 |
BAL |
1,000 |
0,753 |
Fuente: Elaboración de los autores
Tabla 8: Varianza total explicada (b)
Componente |
Autovalores iniciales |
Suma de las saturaciones al cuadrado de la rotación |
||||
Total |
% de la varianza |
% acumulado |
Total |
% de la varianza |
% acumulado |
|
1 |
4,065 |
58,075 |
58,075 |
3,219 |
45,980 |
45,980 |
2 |
1,192 |
17,024 |
75,099 |
2,038 |
29,119 |
75,099 |
3 |
0,812 |
11,596 |
86,695 |
|
|
|
4 |
0,336 |
4,804 |
91,499 |
|
|
|
5 |
0,277 |
3,963 |
95,462 |
|
|
|
6 |
0,217 |
3,103 |
98,565 |
|
|
|
7 |
0,100 |
1,435 |
100,000 |
|
|
|
Fuente: Elaboración de los autores
La matriz de componentes rotados contiene las cargas factoriales utilizando el método Varimax (tabla 9), permitiendo así minimizar el número de variables que tienen altas cargas en cada factor y simplificando la interpretación de los factores seleccionados (Pérez, 2004). Las variables que aportan al primer factor son: museos, sitios arqueológicos, teatros, centros de educación artística y bibliotecas de acceso libre; por la relación de estas variables, al subíndice se lo denominó Infraestructuras culturales; mientras que, para el segundo factor, las variables de mayor aporte son monumentos de personajes ilustres y fiestas locales, por tanto, al subíndice que los relaciona se lo denominó Manifestaciones culturales locales.
Tabla 9: Matriz de componentes rotados (b)
|
Componente |
|
1 |
2 |
|
M |
0,876 |
|
SA |
0,813 |
|
T |
0,759 |
|
CEA |
0,756 |
|
BAL |
0,754 |
|
MPI |
|
0,923 |
FL |
|
0,682 |
Fuente: Elaboración de los autores
Ecuaciones para los índices sintéticos
Los índices Infraestructuras culturales (IC) y Manifestaciones culturales locales (MCL) se calcularon como una combinación lineal de las cargas factoriales (tabla 9) de las variables que aportan a cada factor con los valores observados de las variables originales.
IC=0,876(M)+0,813(SA)+0,759(T)+0,756(CEA)+0,754(BAL)
MCL=0,923(MPI)+0,682(FL)
Posteriormente, con el reemplazo de los registros de las ciudades se obtuvo la puntuación de los dos índices y a partir de ellos se generaron los gráficos que jerarquizan a las ciudades por su gestión de la cultura.
En el gráfico 1, se visualiza que la ciudad de Quito, en el índice de IC alcanzó una puntuación aproximada a 90; seguido se encuentran las ciudades de Guayaquil y Cuenca con valores aproximados de 32 puntos; luego las ciudades Loja, Azogues y Ambato con puntuaciones que fluctúan entre 18 y 12 puntos. Las ciudades restantes están bajo los 10 puntos, encontrándose hasta el final del listado las ciudades Puerto Baquerizo Moreno y Tena con menos de 1 punto.
Fuente: Elaboración de los autores
Los datos plasman la centralización de infraestructuras culturales (museos, teatros y bibliotecas de acceso libre) en la capital del país, corroborando el análisis de la UNESCO efectuado en 2012, situación que mantiene la inequidad en la distribución de infraestructuras y acceso a actividades culturales. Al mismo tiempo manifiesta que, la configuración de la administración del territorio a través de un mecanismo descentralizado no ha sido efectivo en este sector.
Con respecto al líder, las ciudades restantes evidencian la necesidad de trabajar en la generación de espacios adicionales destinados al intercambio y promoción de la cultura, tanto en lo tangible como en lo intangible. En complemento, se debe señalar que el territorio presenta un incipiente registro de sitios arqueológicos y centros de educación artística, mostrando la falta de trabajo dentro de estos espacios o la ausencia de registros.
En el gráfico 2, se visualiza que la ciudad de Cuenca, en el índice de MCL alcanzó la puntuación máxima, la misma que se aproxima a 20 puntos; seguido la ciudad de Riobamba con 14,5 puntos; luego las ciudades de Loja y Quito con aproximadamente 12,5 puntos y, hasta el final de la lista se mantiene la ciudad de Tena aproximadamente 2,3 puntos.
Gráfico 2: Valoración de las ciudades a través del índice MCL
En la mayoría de ciudades en estudio se encuentran registradas las manifestaciones culturales locales, pero los registros siguen siendo incipientes a la cantidad de información que deberían reflejar. Adicional a ello, se resalta la ausencia de monumentos a personajes ilustres en cuatro ciudades, esto no quiere decir que no existan monumentos, sino que, estas representaciones se han enfocado en otros temas que no están siendo interpretados adecuadamente para comprender su relevancia cultural.
Conclusiones
Los datos obtenidos manifiestan que el nivel de gobernanza de los territorios se mantiene en las mismas condiciones establecidas por la UNESCO desde hace 9 años, los cambios evidenciados son mínimos o incluso incipientes por lo que la crisis en el sector cultural es más que evidente, evitando con ello su aprovechamiento turístico.
El 50% de las ciudades no presenta procesos de investigación arqueológica reflejados como registros de sitios arqueológicos, en tanto que, el 70% de las ciudades carecen del registro de centros de educación artísticas o en su defecto, no se efectúan actualizaciones continuas en las bases de datos.
Dentro de los GADs se registran los procesos de gestión con respecto a las manifestaciones culturales locales, pero esta información no es de libre acceso provocando el desconocimiento y por ende la informalización del aporte público a la cultura, afectando la imagen que la población tiene de la administración municipal.
Si bien es cierto, dentro de los territorios en análisis se visualiza la existencia de monumentos, éstos no representan la memoria colectiva de los pueblos, más bien están enfocados en diversas temáticas que no están claramente interpretadas y/o vinculadas a su cultura.
Finalmente, esta herramienta pone en conocimiento de los territorios las áreas en las cuales se debe enfocar su planificación y accionar de trabajo, para con ello alcanzar resultados más alentadores y la reactivación de la cultura, no considerándolo como un gasto público sino como una inversión que puede generar desarrollo económico por medio de su aprovechamiento en el turismo, economía creativa o economía naranja.
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[1] Resultado del cruce de diversas actividades, proyectos, infraestructura, apoyos y acceso a bienes, y servicios culturales, corresponde a sectores de la economía que se especializan en el uso del talento creativo para fines comerciales.
[2] Conjunto de actividades que consisten en la transformación de ideas en bienes y servicios de carácter cultural. En este sentido, el valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual.
[3] Asignación sustentada en la Resolución 0004-CNC-2015, RO 514 de 3 junio 2015 y Resolución 0006-CNC-2017, RO 91 de 2 octubre 2017