Ciencias de la educación

Artículo de investigación

 

La comunicación educativa en el proceso de formación profesional por competencias

 

Educational communication in the professional training process by competencies

 

A comunicação educacional no processo de formação profissional por competências

Nexar Lenin Zambrano-Zambrano II
nexarutm1975@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4375-7287
,María Eugenia Intriago-Cedeño III 
eugeniaintriago10@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-8024-4691
,Maritza Elizabeth Vélez-Vélez I
marielyvv@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-3074-9456
Kerly Leomar Toala-Vera V
kerlyta13@hotmail.es
https://orcid.org/0000-0002-2751-666X
Gustavo Adolfo Santana-Sardi IV 
gusansar@gmail.com https://orcid.org/0000-0003-1916-1878
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Correspondencia: marielyvv@gmail.com

 

 

*Recibido: 31 de agosto de 2020 *Aceptado: 29 de septiembre de 2020 * Publicado: 30 de octubre de 2020

       I.            Licenciada en Secretariado Ejecutivo, Secretaria de la Dirección de Promoción y Apoyo al Ingreso, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador. 

    II.            Licenciado en Psicología Educativa y Orientación Vocacional, Analista 1 del Centro de Promoción y Apoyo al Ingreso, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador. 

 III.            Licenciada en Secretariado Ejecutivo, Técnico Docente en Nivelación de Carrera, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.  

 IV.            Licenciado en Ciencias de la Educación Técnica Mención Contabilidad Computarizada, Magister en Gerencia Educativa, Analista del Centro de Promoción y Apoyo al Ingreso, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.   

    V.            Licenciada en Ciencias de la Educación especialización Historia y Geografía, Magister en Docencia e Investigación Educativa, Analista del Centro de Promoción y Apoyo al Ingreso, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.

Resumen

La comunicación es un proceso inherente a la actividad del ser humano, desde las condiciones y necesidades fundamentales de todos en sociedad. En correspondencia, la comunicación representa la expresión dialéctica del ser humano, en tanto individuo y sociedad es el marco de dicho desarrollo. Implica en gran medida trascender las barreras de la existencia individual, personal, interna, para llegar a configurarse en el principal medio de interacción y/o expresión de las ideas más individuales, personales e internas con los semejantes. Además, se concreta como la forma de transmisión del cúmulo de conocimientos de forma general, así como las manifestaciones culturales desarrolladas por la humanidad durante su historia. Están presentes las diversas formas de comunicación, que van desde la oral, gestual y escrita, mediante la palabra hablada o escrita, o por el uso del lenguaje paralingüistico, kinésico, motriz o visual. Ella en su máxima expresión es asumida desde diversas perspectivas, y se considera un aspecto indispensable y central en el desarrollo de las ciencias de educación en general. En consecuencia se realiza un análisis teórico-metodológico acerca del papel y aportes de la comunicación educativa en el contexto particular de la formación profesional por competencias. Se realiza una aproximación a las concepciones contemporáneas sobre la misma, y se profundiza críticamente el referido proceso de formación concebido como tendencia pedagógica también emergente, lo que finalmente permitirá esbozar una aproximación teórica a la importancia específica y sustancial de la comunicación al referido enfoque pedagógico. 

Palabras claves: Comunicación; educación; comunicación educativa; formación profesional por competencias; lenguaje; enfoque pedagógico.

 

Abstract

Communication is a process inherent in the activity of the human being, from the fundamental conditions and needs of everyone in society. Correspondingly, communication represents the dialectical expression of the human being, as individual and society is the framework of said development. It largely involves transcending the barriers of individual, personal, internal existence, to become the main means of interaction and / or expression of the most individual, personal and internal ideas with others. In addition, it is specified as the form of transmission of the accumulation of knowledge in a general way, as well as the cultural manifestations developed by humanity during its history. The various forms of communication are present, ranging from oral, gestural and written, through the spoken or written word, or through the use of paralinguistic, kinesic, motor or visual language. It in its maximum expression is assumed from different perspectives, and is considered an indispensable and central aspect in the development of educational sciences in general. Consequently, a theoretical-methodological analysis is carried out about the role and contributions of educational communication in the particular context of vocational training by competencies. An approach is made to contemporary conceptions about it, and the aforementioned training process conceived as an emerging pedagogical trend is critically deepened, which will finally allow us to sketch a theoretical approach to the specific and substantial importance of communication to the referred pedagogical approach.

Keywords: Communication; education; educational communication; vocational training by competencies; language; pedagogical approach.

 

Resumo

A comunicação é um processo inerente à atividade do ser humano, a partir das condições e necessidades fundamentais de todos na sociedade. Correspondentemente, a comunicação representa a expressão dialética do ser humano, visto que o indivíduo e a sociedade são a estrutura para tal desenvolvimento. Em grande parte, envolve transcender as barreiras da existência individual, pessoal e interna, para se tornar o principal meio de interação e / ou expressão das ideias mais individuais, pessoais e internas com os outros. Além disso, é especificada como a forma de transmissão do acúmulo de conhecimento de uma forma geral, bem como das manifestações culturais desenvolvidas pela humanidade ao longo de sua história. As várias formas de comunicação estão presentes, desde oral, gestual e escrita, passando pela palavra falada ou escrita, ou pelo uso da linguagem paralinguística, cinésica, motora ou visual. Em sua máxima expressão, assume-se sob diferentes perspectivas, sendo considerada um aspecto indispensável e central no desenvolvimento das ciências da educação em geral. Consequentemente, procede-se a uma análise teórico-metodológica sobre o papel e as contribuições da comunicação educativa no contexto particular da formação profissional por competências. Aborda-se as concepções contemporâneas sobre o assunto e aprofunda-se criticamente o referido processo formativo concebido como uma tendência pedagógica emergente, o que nos permitirá, por fim, traçar uma abordagem teórica da importância específica e substancial da comunicação para a referida abordagem pedagógica.

Palavras-chave: Comunicação; Educação; comunicação educacional; formação profissional por competências; língua; abordagem pedagógica.

 

Introducción

La comunicación como medio y fin de la interacción social, constituye en sí misma una actividad educativa que permite la transferencia del acervo cultural acumulado por la sociedad en sus diferentes estadios de desarrollo, a la vez de contextualizar desde el punto de vista político, social, económico e histórico-cultural, el enfoque o tendencia pedagógica en que se sustenta el sistema educativo de un país, localidad o institución universitaria. (Ortiz, & Neira, 2018). Esto es, por excelencia los principales rasgos o características que presume el modelo prevaleciente, o que con mayor frecuencia es utilizado para el diseño curricular, su desarrollo y evaluación, en función al tipo de respuestas que estas instituciones educativas intentan ofrecer a las demandas de la sociedad. (Pacheco, & Fernández, 2020).

Desde estas consideraciones, pudiera parecer hasta redundante hablar de la connotación e importancia sustancial de la comunicación precisamente en pleno florecimiento de la denominada Sociedad de la Información o Sociedad del Conocimiento. (Pérez, & Graus, 2017). Pudiera parecer un elemento obvio, y que en su estado natural y efecto garantiza un peso específico que en el mundo contemporáneo se ha colocado a la capacidad o habilidad humana que constituye la comunicación, evidenciada en el impresionante desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) durante los últimos años, y que se expresa desde múltiples formas y productos. (Ugas, et. al. 2002; Echevarria, Valero, & Acosta, 2019).

Sin embargo, en consecuencia y relación con las especificidades y particularidades de los sistemas educacionales en las diversas naciones, en cuanto  al criterio de que cada tipo de sociedad corresponde un tipo de educación, y a ésta un tipo de comunicación. En virtud de lo mencionado, se considera oportuno analizar desde una perspectiva contemporánea de la educación superior: el Enfoque de Formación Profesional por Competencias, tendencia pedagógica emergente y controversial, en la cual el rol de la comunicación, en tanto habilidad o capacidad humana integradora juega un papel de máxima importancia. (Arias, & Lombillo, 2019; Espinoza, & Campuzano, 2019).

Tal consideración, se deriva del énfasis de que dicho enfoque se coloca en la formación integral del individuo social, expresado en las capacidades conceptuales, procedimentales y actitudinales que han de construirse en el estudiante para ser considerado "competente". (Santiago, & Pérez, 2018). Esto desde una perspectiva integral, holística, amerita y requiere estar pertrechado de los elementos cognitivos del saber, los prácticos del hacer y los axiológicos del ser y convivir en sociedad. En todos ello, la comunicación como desarrolladora y expresión tangible del conocimiento, (Camacaro, 2018), orientadora de las destrezas físicas y formadora de valores, juega evidentemente un rol superlativo en las relaciones que se expresan en los diversos procesos docentes – educativos, propios de las institucionalidad educativa en todos sus niveles, como en las relaciones de dichas instituciones con las comunidades, instancias administrativas superiores y sus pares, en un permanente y estrecho vínculo entre sujetos.

 

Materiales y métodos

En estudio analítico realizado, basado fundamentalmente en la profundización documental, sobre la base de los materiales e investigaciones realizadas con mayor actualización en el contexto latinoamericano sobre la comunicación y las competencias profesionales en la educación superior, se tuvieron en cuenta elementos de mayor relevancia a parecer de los autores y se ofrecieron consideraciones y apuntes en tal sentido. En el desarrollo del trabajo documental, se requirió de una serie de métodos de naturaleza teórico en la investigación científica, los cuales fueron: histórico – lógico; analítico – sintético; hermenéutico; deductivo y de carácter empírico, el análisis de documentos.

 

Resultados

En una aproximación teórico-conceptual de la comunicación, esta se considera  indistintamente como arte, ciencia y técnica en diversos momentos históricos y en distintas circunstancias. (Egidos, & Páez, 2000). La comunicación como proceso humano, es una esfera constitutiva de su desarrollo, que determina el proceso de humanización y se consolida como eje fundamental del bienestar y la calidad de vida de las personas. Le permite al individuo establecer relaciones interpersonales y expandir su función heurística para indagar, descubrir e interpretar el mundo. Desde un marco filosófico, la teoría habermasiana otorga a la comunicación un papel relevante en el denominado mundo de la vida, que equivale al espacio donde se integran cultura, sociedad, lenguaje y ser humano, a partir de la interacción interpersonal. (Díaz, 2017).

El estudio de la comunicación ha evolucionado, de forma que su conceptualización se suscribe a los paradigmas sociales, culturales y políticos de cada momento histórico. Las teorías tradicionales del funcionalismo y el estructuralismo concebían la comunicación como un sistema lineal y unidireccional, donde emisor y receptor actuaban pasivamente frente a un fenómeno netamente informativo. Otras teorías más desarrolladas, a partir de una perspectiva crítica y dialógica, introdujeron en la comunicación tanto el carácter bidireccional como la concepción del interlocutor como sujeto interactivo que permite la co-construcción del mundo desde elementos interpersonales y socioculturales propios de cada situación comunicativa. (Sergio, Enrique, & Edward, 2016).

Vista desde distintas ópticas disciplinares o enfoques metodológicos tales como los planos sociológico, psicológico, lingüístico, biológico, antropológico, económico y político, la comunicación encierra en sí misma, y por propia definición originaria, el medio y fin del vínculo social por excelencia del ser humano con sus congéneres de raza o especie biológica, mediante relaciones que pueden ser de colaboración, cooperación o dominación, bien por autoridad, liderazgo o posición en la pirámide estructural de la sociedad de clases.(Jensen, 2015).

En este mismo orden de ideas, el término ha sido usado indistintamente como sinónimo de otros de menor alcance como información, aspecto que en opinión del autor no es fortuito ni casual, sino que obedece a la intencionalidad del sistema social en que se desarrolla tal equivalencia.

En tal sentido Aparici, (2004), afirma que "(…) informar  no implica comunicar, pero en todo acto comunicativo se informa de algo. Comunicar implica, de  alguna manera,  un acto de concienciación. De toma de conciencia. De intercambio. De relaciones de iguales" (Aparici, 2004 p. 61). Afirmación en la que subyace una innegable vinculación práctica entre ambos términos, pero sin llegar a la equivalencia, estas corresponden a dimensiones diferentes en la relación entre humanos. Pueden existir diferencias de status o clase social, pero desde óptica, en la interacción social es visible la comunicación como una relación recíproca, mientras que la información es unidireccional.

Por su parte, Gómez, Díaz, & Ferro, (2006), afirman que la comunicación "(…) es una forma de transmisión de significados al transmitir información, ideas, emociones, sentimientos y habilidades, a través de símbolos, palabras, imágenes, figuras y gráficos, entre otros" (Gómez, Díaz, & Ferro, 2006 p. 39); hecho que ratifica en mayor medida que la información es solo una dimensión del proceso de la comunicación, lo que este último se configura como más complejo e integrador. Todos los aspectos presentes que la constituyen, tributan para desarrollar el proceso de la comunicación, como interacción integral entre iguales.

Es también relevante mencionar a Torres, & Macías, (2016), al referirse a la comunicación desde la óptica marxista, la considera como "(…) una condición vital para el desarrollo de la sociedad y de los individuos, el cual está indisolublemente ligado a la actividad material, productiva del hombre con sus semejantes", (Torres, & Macías, 2016 p.11),  consideración que alude al contexto en que se origina y desarrolla la comunicación como proceso social, mediante el cual se genera además otro proceso tendiente al desarrollo individual, en dependencia de las actividades económico-sociales en que los hombres se desempeñan, dadas determinadas relaciones histórico-sociales de producción. Es decir, la comunicación parte de las relaciones de los hombres con sus pares y constituye a la vez una necesidad y condición, para que la persona logre su plenitud intelectual y espiritual en esa misma interacción.

Se aprecia entonces que la comunicación como proceso social, se constituye en un elemento fundamental tanto para la formación como para el funcionamiento de la propia personalidad. Lo cual, en el plano de relevancia, posee la intencionalidad de ser siempre motivada, e implica el intento de influir sobre los otros a partir del efecto de las propias necesidades (Wolf, 2016), bien como mecanismo de dominación o como medio de cooperación y colaboratividad entre individuos o grupos de éstos.

La comunicación tiene entre sus funciones la informativa, la afectiva y la reguladora. (Galindo, 2008). La primera abarca todo lo que significa dar y recibir información, la segunda se relaciona con la esfera de las vivencias del hombre (en el proceso de comunicación, las personas no solo intercambian información entre sí, sino también expresan estados emocionales, sentimientos, estados de ánimo y de tensión, etc; que a su vez aparecen en condiciones de comunicación humana, expresa la necesidad del hombre de compartir sus emociones, de sentirse comprendido) y la tercera, tiene que ver con el intercambio de acciones y la influencia que unos ejercen sobre otros en la organización de actividades conjuntas, donde a partir de la interrelación entre personas se debe producir una regulación en sus conductas.

En el estudio, en relación con especificidades de dichas funciones, y la perspectiva de la comunicación y su fin, se encuentra la particularidad de su empleo en el contexto pedagógico, educativo, en lo que se denomina por los especialistas como la “Comunicación Educativa” o también “Comunicación Pedagógica”. (Kaplún, 2010; Palacios, 2013).

Se constituye como una ciencia emergente que intenta analizar las diferentes formas, medios, limitaciones y consecuencias, entre otras, de la interacción que se da en el ámbito educativo, fundamentalmente en el marco institucional del aula, partiendo de la premisa de que "(…) cualquier hecho educativo requiere mediaciones comunicativas y no hay situación comunicativa que no tenga una influencia educativa, en algún sentido" (Ojalvo, 2012 p. 57), lo que a su vez está en estrecha correspondencia con los diferentes enfoques teórico-metodológicos que abordan ambos procesos: la educación y la comunicación.

De acuerdo con los criterios que ofrece Márquez, (2002), "(…) la labor que realizan los profesores en el marco pedagógico, es esencialmente un proceso de comunicación" (Márquez, 2002 p. 4), afirmación que ha ameritado de una atención especial por parte de las diferentes tendencias pedagógicas, en aras de facilitar el proceso de formación integral del estudiante.

Este autor también en torno al desempeño docente, plantea que "(…) para desarrollar con efectividad la tarea de instruir y educar a las nuevas generaciones no basta con un adecuado conocimiento de las ciencias que imparten, también es imprescindible el dominio adecuado y científicamente fundamentado de la comunicación" (Márquez, 2002 p. 5), aspecto que resalta la importancia otorgada por las nuevas tendencias pedagógicas y la ciencia educativa contemporánea en general, a la adecuada transmisión del mensaje en tanto suministro de conocimientos, como al conocimiento mismo transferido al estudiante por sus profesores. Lo que se conceptualiza para la pedagogía contemporánea en su determinación en cuanto a las cosas que se dicen como la forma, medios y contexto en que se dicen las cosas.

Por otra parte, entendiendo la educación como proceso de construcción de conocimientos, desarrollo de habilidades, capacidades y destrezas, así como la formación de valores en un individuo, que les permitan comprender para transformar la realidad concreta en que vive, es oportuna la aseveración de Pintos, (2004), cuando señala que:

"(…) necesitamos información para entender la realidad…una parte de la información la obtenemos de forma directa, por nuestras experiencias desde que nacemos, pero la mayor parte de la información necesaria para la vida nos llega de otras personas, a través de la comunicación". (Pintos, 2004 p. 42).

Existe una evidente correspondencia entre lo que se transmite y la manera cómo se produce tal transmisión, por ello es necesario en toda su magnitud qué es comprender y como se efectúa desde la interacción docente-discente. (Rojas, & Gualteros, 2019). En este sentido, el estilo de comunicación adoptado por el docente se corresponde con el enfoque pedagógico que éste asuma durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo que se enmarca y es determinado por el modelo o enfoque pedagógico adoptado.

El concepto de comunicación en la interacción educativa ha tenido una serie de transformaciones. La comunicación adquiere un carácter sistémico en el que la circularidad de las interacciones no permite establecer, más que en la separación artificial las secuencias de intervención, unas relaciones de causa y efecto, de acción y reacción, entre lo expresado por cada persona. Así mismo, la comunicación se entiende como un proceso relacional, como un acontecer de inevitables consecuencias cuando los interlocutores se sitúan al alcance de sus sentidos, que incluye cualquier actividad verbal o no verbal, deliberada o inconsciente, susceptible de influir en la actuación de uno mismo (comunicación intrapersonal), de otro individuo (comunicación interpersonal) o de muchos sujetos (comunicación grupal o cultural) (Asensio, 2004). El educando se considera un ser activo del proceso. (García, 2007). En este tipo de comunicación, se destaca que debe haber una influencia respetuosa en el comportamiento del otro o de un grupo de personas, característico de las relaciones educativas o de la comunicación pedagógica. En la comunicación pedagógica se pretende producir cambios, en los cuales debe existir un orientador o director de la actividad comunicativa, con una aptitud para orientar sus intervenciones y lograr los objetivos propuestos (Marino, 2005). El diálogo es una “enseñanza recíproca” y se describe como una forma de comunicación pedagógica.

En la profundización de la comunicación pedagógica y los criterios que se ofrecen al respecto por una nada despreciable cantidad de especialistas, se declaran diferentes tipos de comunicación pedagógica, las cuales radican en aquellas maneras o expresiones verbales o no verbales, deliberadas o inconscientes que pueden influir en los diversos actores del proceso docente-educativo en general. (Motta, 2017). Entre los que se destacan en mayor medida, el dominio de la oralidad en el aula de clase, así como los implícitos del proceso de comunicación, los gestos, las actitudes y la apariencia.

Visión de un enfoque pedagógico de la Formación Profesional por Competencias

Lo relacionado con la formación profesional por competencias, continúa siendo un enfoque controversial, ello a pesar de que cobra cada vez más terreno e importancia en el ámbito educativo, con énfasis en la educación superior, y sobre todo por sus innegables aportes metodológicos al diseño curricular y su interacción con la sociedad. (Cuadra, Castro, & Juliá, 2018). La misma, genera la posibilidad de estructurar los diseños curriculares de las diferentes profesiones con las generalidades y especificidades necesarias para el proceso de solución de problemas sentidos por las comunidades.

En la actualidad, el permanente avance científico y técnico, cuya máxima expresión quizás lo representen las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que identifican a la sociedad postindustrial como la Sociedad de la Información, la obsolescencia de los conocimientos y aptitudes laborales y profesionales se produce en tiempo relativamente breve. La razón por la cual, la sociedad contemporánea de comienzos del siglo XXI amerita de una herramienta metodológico-curricular que facilite la inserción y reinserción de conocimientos y destrezas en los profesionales. Todo ello, a la vez que desarrolle en el educando una actitud favorable a la formación permanente y a la deconstrucción-reconstrucción de sus competencias profesionales, en relación a las variaciones de los problemas que confronta la sociedad en constante cambio.

Desde otra perspectiva pero muy a tono con lo anterior, el enfoque de la formación profesional por competencias aporta un modelo propio al currículo mediante el cual se enfocan, como eje para el diseño y punto de partida del mismo, los problemas del entorno que deberán resolver los profesionales una vez formados, caracterizándose dicho modelo fundamentalmente por "(…) utilizar recursos que simulan la vida real, ofrecer una gran variedad de recursos para que los estudiantes analicen y resuelvan problemas, enfatiza el trabajo cooperativo apoyado por un tutor y aborda de manera integral un problema cada vez" (Segredo, Perdomo, & López, 2004). Aspecto este que merece de la utilización de efectivos y eficientes procesos de interacción social a través de la comunicación, bien en el ámbito escolar como en la interacción con el entorno para la detección y búsqueda de solución a los problemas de la sociedad, que en definitiva sustenta el enfoque comunicativo que se utilice, al requerir de una adecuación interna del individuo en desarrollo en función a su vínculo con la realidad concreta que desea conocer para transformar.

En razón a lo anterior, puede aproximarse la estrecha relación que existe entre la comunicación como concepto general, y la educativa en particular, con la formación profesional por competencias como enfoque pedagógico, habida cuenta de la necesaria imbricación e interdependencia para su respectivo desarrollo. Es decir la comunicación aplicada en los planos conceptual, procedimental y actitudinal de la formación del individuo, y en los indispensables vínculos de éste con su desempeño laboral, hecho que indefectiblemente constituye un requisito sine qua non para demostrar que se es competente en un contexto político, social, económico y cultural determinado.

La Educación Basada en Competencias, propone un método de trabajo que va de la planeación a la evaluación del aprendizaje mediante criterios precisos de actuación y ofrece posibilidades de intervención consistentes. Procedimiento que ya ha sido probado en diversas realidades, en el cual la competencia se ubica como el elemento integrador de la organización curricular, cuya contextualización acota la variación del sentido, y aprecia el énfasis en sus componentes esenciales (Verdezoto, Luque, & Santillán, 2018).

En su integralidad, ejemplifica la versatilidad del concepto y abre múltiples opciones, pero además, profundiza las galimatías en torno a abonar numerosos sentidos que lejos de aclararlo incrementan la complejidad de su comprensión, lo que dificulta su estimación práctica. Aunado, los factores del escenario en el que se aplica, para el caso particular, el educativo, al que se extrapola con toda la carga simbólica que limita su amplio entendimiento en este contexto.

Cabe señalar, que actualmente tiene lugar un intenso debate sobre el significado, limitaciones y alcances reales de la competencia como concepto eje de modelos educativos. Por supuesto, en torno a él coexisten una variedad de perspectivas para definirlo: desde aquellas que se centran más en el análisis de factores externos al sujeto en formación, al asociar a la competencia de manera directa con las exigencias de una ocupación y que, por tanto, la describen en términos de lo que debe demostrar el sujeto; hasta las que privilegian el análisis de aquello que subyace en la respuesta de los sujetos; es decir, más definida por los elementos cognoscitivos, motores y socio-afectivos implícitos en lo que el sujeto debe hacer. (Malpica, 2012; Basurto, & Navareño, 2018).

 

Aproximación al tema de la Comunicación en la Formación Profesional por Competencias

Para Brunner, (2000), el concepto competencia se refiere al conjunto de capacidades que incluye conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que una persona logra mediante procesos de aprendizaje y que se manifiestan en su desempeño en situaciones y contextos diversos, y hacen eficaces a las personas en una determinada situación para resolver problemas. Una definición más asociada al mundo organizacional y que complementa las anteriores, es la desarrollada por los autores Spencer & Spencer, (2003) en (Damm, & Szmulewicz, 2007):

“(…) característica subyacente a un individuo que está causalmente relacionada con un estándar de efectividad y/o con una performance superior en un trabajo o situación. Característica subyacente significa que corresponde a una parte pro-funda de la personalidad; causal relacionada es entendida como comportamiento; y estándar de efectividad como la predicción de quien hace algo bien o no” (Alles, 2006, p.59).

Si bien cada definición pone énfasis en conceptos distintos, el denominador común es la necesidad de una formación y desempeño integral de los educandos, sobre la base de sus conocimientos, habilidades y actitudes al desenvolverse y enfrentar situaciones propias del entorno. Respecto de la clasificación de las competencias, diversos autores coinciden en las siguientes:

         Competencias Básicas: capacidades intelectuales indispensables para el aprendizaje de una profesión de carácter cognitivo, técnico y metodológico.

         Competencias Genéricas: aquellas comunes a varias profesiones por ejemplo, capacidad de trabajo en equipo, habilidad para planificar y organizar, resolución de problemas, aprender a aprender.

         Competencias Específicas: se refiere a aspectos directamente relacionados con la profesión o la carrera que propician el desempeño específico en un campo de aplicación concreto.

Respecto del perfil profesional, en términos de las competencias que debe manejar quien asuma esa responsabilidad o trabaje en planes estratégicos de comunicación, Costa, & Mosejko,  (2009), enfatiza que además de ser un buen estratega en términos de planificación, implementación y evaluación de iniciativas comunicacionales, “(...) se requiere de personas con sentido de responsabilidad, capaces de establecer relaciones con la gente, que sean sociables, que posean carácter de liderazgo para dirigir a un equipo y con una visión global de las cosas” (Costa, & Mosejko, 2009 p. 39).

Un primer aspecto que aparece en las definiciones es el de los componentes dela competencia profesional. Se puede sintetizar las diferentes aportaciones del siguiente modo:

           La competencia profesional puede ser considerada como un conjunto de atributos personales: capacidades, motivos, rasgos de personalidad, autoconcepto, aptitudes, actitudes y valores, propiedades personales, características de la personalidad y recursos individuales.

           Complementaria o alternativamente se consideran algunos atributos personales que se relacionan con los contextos de trabajo: conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, valores, comportamientos y conductas y experiencias. Éstos, a diferencia de los personales, tienen sentido precisamente por el contexto desde el que sur-gen o se manifiestan.

Con ello, se puede apuntar que la competencia o las competencias profesionales pueden ser consideradas como un conjunto de elementos combinados (conocimientos, habilidades, actitudes, saberes, etc.), que se integran al atender a una serie de atributos personales (capacidades, motivos, rasgos de la personalidad, aptitudes, etc.), que se toma como referencia las experiencias personales y profesionales, y que se manifiestan mediante determinados comportamientos o conductas en el contexto de trabajo.

Si la competencia profesional forma parte de un atributo personal pero además está relacionada con el contexto, supone asumir que ésta puede adquirirse mediante acciones diversas: procesos reflexivos deformación o procesos de aprendizaje en el puesto de trabajo

La comunicación es de tal importancia para la formación profesional por competencias, que en los diseños curriculares así elaborados se le considera un eje transversal, es decir una competencia que atraviesa horizontal y verticalmente al currículo. (Aguirre, 2005; Lomas, et. al. 2015). Por lo que, no puede olvidarse la existencia del conjunto de postulados que conforman la llamada “teoría de las competencias comunicativas”, desarrolladas durante las últimas décadas del siglo XX, las cuales coinciden con el enfoque pedagógico, en cuanto a sus dimensiones cognitivas, motrices y volitivas-axiológicas.

En la actualidad, la toma de decisiones basadas en la información, contextualizadas en un mundo de cambios vertiginosos y dinámicas relaciones internacionales, parece inconcebible formar profesionales no aptos o incompetentes en cuanto a los aspectos comunicativos. En consecuencia, es absolutamente comprensible que la comunicación en todas sus formas: verbal y no verbal (paralingüística, motriz, visual), constituya un eje transversal del currículo por competencias, pues de ella depende y a la vez representa la multiplicidad de situaciones a las cuales el futuro profesional debe hacer frente y para las cuales debe estar preparado.

Se comprende que la concepción pedagógica humanista, la formación profesional por competencias implica formar y desarrollar la persona de profesionales-humanos para interactuar con una sociedad humana, razón por la cual el proceso de enseñanza-aprendizaje debe sustentarse en un modelo orientado a "(…) la participación activa de los educandos; que los considera como sujetos de la educación y ya no como objetos-receptáculos; y plantea el aprendizaje como un proceso activo de construcción y de re-creación del conocimiento" (Kaplún, 2010 p. 51), aspecto que resulta fundamental para este enfoque pedagógico pues las competencias que implican el saber, saber hacer, ser y convivir, deben ser reconstruidas permanentemente en función a los cambios que el contexto político, social, económico y cultural genere en cada momento histórico y espacio ambiental.

Desde estos criterios, se desprende y evidencia la singular importancia de la comunicación para la formación profesional por competencias, no sólo como medio para la transmisión y recepción de conocimientos, sino fundamentalmente como esencia del mismo enfoque pedagógico, por su carácter dialógico e integral para la formación de todas las capacidades y habilidades personales del individuo, así como integrador de la actividad educativa con los problemas de las comunidades en un contexto espacial e histórico dado.

 

Conclusiones

La comunicación es un proceso natural e indispensable entre los seres humanos, por constituir en elemento de interacción e interrelación social y formación de la propia personalidad individual, a través de la información que se percibe en la relación con el entorno y su internalización que contribuye así en la construcción de la propia conciencia. En este orden de ideas, la emergente Comunicación Educativa como disciplina científica aborda dicho proceso natural de interacción social como elemento fundamental y determinante en el proceso formativo que implica la educación.

El enfoque de Formación Profesional por Competencias, tendencia pedagógica también emergente, propone un abordaje integral e integrador de las potencialidades humanas a ser desarrolladas por la institución educativa considerando para ello el contexto político, social, económico y cultural, en un ámbito físico y momento histórico dado, mediante el vínculo con la comunidad como campo laboral para el desempeño del futuro profesional. En consecuencia, la interacción entre individuos y/o grupos de éstos es permanente para el desarrollo y evidencia de que se han logrado las competencias profesionales en los aspectos o dimensiones conceptual, procedimental y actitudinal, en procura de lograr el saber, el saber hacer, el ser y el convivir como propósitos finales de la pedagogía contemporánea.

Es tan evidente la importancia de la comunicación educativa para el proceso de formación profesional por competencias, que dicho enfoque pedagógico contempla invariantemente el eje transversal "comunicación" en los diseños curriculares orientados bajo sus lineamientos y principios fundamentales. Es propicio acotar que no es sólo como praxis pedagógica que se le otorga tal importancia, sino además como un elemento de formación integral y permanente del docente y el estudiante, que atraviesa vertical y horizontalmente al currículo, construyendo dicha competencia tanto en su forma verbal como no verbal, recurriendo a los elementos gestuales, visuales, paralingüisticos, kinésicos, que permiten diversas formas de comunicación más allá del lenguaje la escrito o hablado.

 

 

Referencias

1.      Aguirre Raya, D. A. (2005). Reflexiones acerca de la competencia comunicativa profesional. Educación Médica Superior, 19(3), 1-1.

2.      Alles, M. A. (2006). Desempeño por competencias. Evaluación de 360º. Buenos Aires: Ediciones Granica.

3.      Arias Arias, C. G., & Lombillo Rivero, I. (2019). Reflexiones en torno al enfoque de formación basado en competencias en el contexto chileno. Revista Cubana de Educación Superior, 38(3).

4.      Aparici, R. (2004). Comunicación Educativa. www.uned.es/ntedu, publicada el 14 de abril de 2004. (Consulta: 28 de junio de 2007). Disponible en: http://www.rebelion.org/medios/040414ra.htm

5.      Asensio, J. M. (2004). Una educación para el diálogo. Barcelona: Paidós.

6.      Basurto, F. M., & Navareño, P. (2018). Innovación pedagógica reflexiva en comunidades profesionales de aprendizaje y su impacto en la formación docente institucional. Innoeduca: international journal of technology and educational innovation, 4(1), 14-23.

7.      Brunner, J. J. (2000). Globalización y el futuro de la educación: tendencias, desafíos, estrategias. Seminario sobre Prospectiva de la Educación en la Región de América Latina y el Caribe, 1-35.

8.      Camacaro, P. R. (2018). Gestiã “ny transferencia del conocimiento. Cuadernos de Educación y Desarrollo, (92).

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