Ciencias sociales
Artículo de Investigación
Creencias sobre sexualidad y su influencia en las relaciones de género
Beliefs about sexuality and its influence on gender relations
Crenças sobre sexualidade e sua influência nas relações de gênero
María Belén Falcones-Cedeño I
falconescedenomariabelen@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-3612-2590
Marcelo Barcia-Briones II
marcelo.barcia@utm.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-8112-5723
Irina Tamara Briones-Rivera III
tamaritabri@yahoo.es
https://orcid.org/0000-0002-0255-7975
Correspondencia: falconescedenomariabelen@gmail.com
*Recibido: 26 de agosto de 2020 *Aceptado: 28 de septiembre de 2020 * Publicado: 27 de octubre de 2020
I. Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
II. Doctor en Educación, Magister en Orientación Educativa Vocacional y Profesional, Magister en Gerencia Educativa, Licenciado en Ciencias de la Educación Especialidad Psicología y Orientación Vocacional, Profesor de Segunda Enseñanza, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
III. Magister en Educación Parvularia, Magíster en Políticas de Comunicación Mención en Desarrollo Social, Licenciada en Ciencias de la Educación Especialidad Psicología y Orientación Vocacional, Profesora de Segunda Enseñanza, Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Ecuador.
Resumen
La presente investigación abordó el problema de las creencias sobre sexualidad y su influencia en las relaciones de género, presentando como objeto de estudio la sexualidad humana, orientada por el objetivo de analizar las creencias sobre sexualidad y su influencia en las relaciones de género de los estudiantes de psicología clínica de la Universidad Técnica de Manabí del período 2020-2021. En el proceso de la investigación se aplicó una metodología de carácter descriptivo, exploratorio, con enfoque mixto, la técnica de la entrevista y la encuesta fueron imprescindibles en esta investigación, además se utilizó como instrumentos el cuestionario, logrando conformar una muestra de 126 estudiantes y entrevistas a dos expertas que contribuyeron brindando sus apreciaciones sobre el tema. Los resultados del presente estudio mostraron que las creencias sobre la sexualidad más significativas se relacionan con la posibilidad de la monogamia por el 89% de los encuestados; seguido por la infidelidad como una práctica real expresada por el 79%; el incesto como actividad inaceptable con un 60%, y la mujer debe ser fiel para un 51%; el matrimonio es para toda la vida con un 45% de respuestas afirmativas; para un 13% la sexualidad debe ser para la procreación y para un 10% la masturbación es una práctica sexual, inaceptable, presentándose un porcentaje llamativo de no respuestas ante esta última. Para el 70% de la muestra las mujeres se ocupan más de la vida afectiva, salud, hijos que de situaciones políticas y económicas y los hombres poseen menos capacidad afectiva y transmisión de afecto que las mujeres, siendo menor la proporción de quienes valoran la capacidad afectiva de los hombres.
Palabras clave: Sexualidad; creencias; relaciones; género; estudiantes.
Abstract
The present research addressed the problem of beliefs about sexuality and its influence on gender relations, presenting human sexuality as an object of study, oriented by the objective of analyzing beliefs about sexuality and its influence on students' gender relations. of clinical psychology from the Technical University of Manabí for the period 2020-2021. A mixed research approach was used, which led to the use of instruments such as the survey and interview with experts, managing to form a sample of 126 students and two experts who contributed by providing their views on the subject. The results of the present study showed that the most significant beliefs about sexuality are related to the possibility of monogamy by 89% of those surveyed; followed by infidelity as a real practice expressed by 79%; incest as unacceptable activity with 60%, and the woman must be faithful for 51%; marriage is for life with 45% affirmative answers; For 13%, sexuality must be for procreation and for 10%, masturbation is an unacceptable sexual practice, with a striking percentage of non-responses to the latter. For 70% of the sample, women are more concerned with affective life, health, children than with political and economic situations and men have less affective capacity and transmission of affection than women, with a lower proportion of those who value the capacity affective of men.
Keywords: Sexuality; beliefs; relationships; gender; students.
Resumo
A presente pesquisa abordou a problemática das crenças sobre a sexualidade e sua influência nas relações de gênero, apresentando a sexualidade humana como objeto de estudo, orientada pelo objetivo de analisar as crenças sobre a sexualidade e sua influência nas relações de gênero dos alunos. de psicologia clínica da Universidade Técnica de Manabí para o período 2020-2021. No processo de pesquisa, foi aplicada uma metodologia descritiva, exploratória, com abordagem mista, a técnica da entrevista e o survey foram fundamentais nesta pesquisa, além disso, o questionário foi utilizado como instrumentos, alcançando uma amostra de 126 alunos e entrevistas com dois especialistas que contribuíram com seus insights sobre o assunto. Os resultados do presente estudo mostraram que as crenças mais significativas sobre a sexualidade estão relacionadas à possibilidade de monogamia por 89% dos pesquisados; seguida da infidelidade como prática real expressa por 79%; o incesto como atividade inaceitável com 60%, e a mulher deve ser fiel com 51%; casamento é para toda a vida com 45% de respostas afirmativas; Para 13%, a sexualidade deve ser para a procriação e para 10%, a masturbação é uma prática sexual inaceitável, com um percentual impressionante de não respostas a esta última. Para 70% da amostra, as mulheres estão mais preocupadas com a vida afetiva, saúde, filhos do que com as situações políticas e econômicas e os homens têm menos capacidade afetiva e transmissão de afeto do que as mulheres, com menor proporção de quem valoriza a capacidade. afetivo dos homens.
Palavras-chave: Sexualidade; crenças; relacionamentos; gênero; alunos.
Introducción
El estudio de la sexualidad a pesar de presentar una larga data, continúa siendo motivo de interés para la comunidad científica, debido a la existencia de aspectos importantes por ser analizados tal como la posibilidad de conocer acerca de las creencias sobre sexualidad y su influencia en las relaciones de género de los estudiantes de psicología clínica de la Universidad Técnica de Manabí, situación importante porque permite abrir espacios de reflexión acerca de elementos aún en construcción en la sociedad ecuatoriana.
Autores como Lucas (2009) han analizado la sexualidad en culturas diferentes, tomando en cuenta aspectos como el papel de la mujer, la sexualidad infantil, el desarrollo de relaciones pre matrimoniales, abstinencia sexual, conductas homosexuales, actitudes hacia la concepción, percepción del incesto, agresividad, y el contexto donde se desenvuelve; llegando a la conclusión de que existen una cantidad de determinantes socio biológicos, condiciones sociales y biológicas que influyen en la construcción del modelo de moral sexual para las diferentes culturas.
En la cosmovisión occidental la sexualidad constituye un hecho social y en consecuencia es objeto de diferentes concepciones, como parte de la historia de la humanidad, es así como creencias que en algún momento fueron asumidas como normales posteriormente pasaron a ser objeto de penalización, atribuyéndoseles a Hipona Augustine, obispo prominente de la iglesia cristiana, haber fomentado que la masturbación y otros actos de las relaciones sexuales representaban pecados, junto con el adulterio, fornicación, violación, incesto, y todas las actividades no vinculadas con la reproducción. (Beth & Reczec, 2016).
En el presente estudio se realiza una exposición acerca de la evolución de ciertos conceptos relacionados con la sexualidad en diferentes periodos de la historia de la humanidad para luego parar a analizar los resultados obtenidos en la muestra seleccionada como fueron los estudiantes de psicología clínica de la Universidad Técnica de Manabí del período 2020-2021, presentando hallazgos concretos de la información obtenida con esta población.
Fundamentación teórica
La sexualidad en el mundo occidental
La sexualidad es parte fundamental de la vida e implica un proceso de reconocimiento personal y social, mediante las interacciones con los otros ya que facilita la percepción de integralidad entre el cuerpo y lo no corpóreo. Trasciende las barreras de la genitalidad y se vincula con la emocionalidad, afectividad, visión de género, e incide en el bienestar psicosocial, pasando de ser tabú durante un periodo significativo de la historia a ser objeto de derecho e incluso uno de los derechos humano básicos, actualmente en la cultura occidental (Barriga, 2013).
La cultura occidental desde la perspectiva de la sexualidad, se ha visto impregnada por la concepción judeocristiana como dominante en la moral sexual, con el predominio de una visión antropocéntrica del mundo, machista, divisoria y procreacionista, con un concepto de familia caracterizada por la patrilinelidad, el patriarcado, extendida y poliginica (Rojas, 2013). Desde esta concepción la sexualidad se concibe como procreacionista, es decir, existe un predominio de lo masculino tanto en las prácticas como en su ejercicio orientado a la procreación, existiendo situaciones que son moralmente inaceptables como la masturbación y el incesto, situación contraria a lo que se presenta en algunas culturas (Barriga, 2013).
Entre las prácticas que han estado presente en la cosmovisión judeocristiana de la sexualidad se encuentran la masturbación, monogamia, fidelidad, incesto, virginidad y heterosexualidad, mismas que han evolucionado y presentado sus concepciones dependiendo del momento histórico al cual se haga referencia. Por ejemplo, la masturbación es un hecho que ha formado parte de las culturas, tal es caso que en los mitos de Mesopotamia y Egipto se refiere que el dios Apsu, nació del océano, formándose a sí mismo mediante este acto, lágrimas y saliva, generando vida a la vía láctea. De igual forma se ha transmitido que las reinas egipcias, eran enterradas junto con los implementos que necesitarían en el más allá, entre ellos los consoladores (Pérez & Orengo, 2012).
Fue a raíz del inicio del cristianismo cuando la masturbación comenzó a pasar al terreno de lo pecaminoso, con la fundación de la iglesia en Europa, se construyó la concepción de que la sexualidad debería relacionarse solo con lo procreativo y se le atribuye a Hipona Augustine, obispo influyente de la iglesia cristiana, haber promovido que la masturbación y otros actos de las relaciones constituían pecados, entre ellos el adulterio, fornicación, violación, incesto, y todas las actividades sexuales no dirigidas a la reproducción. A partir de la edad media se le brindó el carácter de pecado a dichas prácticas, lo cual fue ratificado por Santo Tomas de Aquino, en el siglo XIII (Henning, 2017).
La concepción occidental acerca de la sexualidad ha permitido establecer ciertas dimensiones que la han caracterizado a lo largo de la historia, razón por la que autores como Lucas (2009) presentan algunas de las dimensiones socio históricas acerca de la sexualidad que permiten comprenderla, debido a que han estado presente en distintas culturas e influenciado y determinado el comportamiento de las personas en torno a esta.
Lucas (2009) realizó un análisis de la sexualidad en 66 culturas diferentes, tomando en consideración el papel de la mujer, la sexualidad infantil, el desarrollo de relaciones pre matrimoniales, abstinencia sexual, conductas homosexuales, actitudes hacia la concepción, percepción del incesto, agresividad, y el contexto donde se desenvuelve, concluye que existen una cantidad de determinantes socio biológicos o lo que es lo mismo las condiciones sociales y biológicas que han influenciado la construcción del modelo de moral sexual para cada cultura.
De acuerdo con el análisis del autor se presentan unos estereotipos sexuales consecuencia de procesos culturales y cognitivos que se manifiestan como creencias expresadas socialmente en relación a los atributos de hombres y mujeres solo por pertenecer a uno u otro sexo. Dichos estereotipos separan a las personas en grupos en los cuales se presentan percepciones, interpretaciones y comportamientos que se generalizan de forma natural en los roles socialmente desempeñados.
En la cultura occidental la sexualidad representa un hecho social y como tal ha sido objeto de distintas concepciones ,a lo largo de la historia de la humanidad, es así como durante el siglo VII, antes de cristo las relaciones entre mujeres no eran prohibidas, los griegos practicaban la homofilia y era socialmente permitida, manifiesta a través de la acogida por parte de un adulto a un joven para iniciarlo sexualmente, para ese entonces, conducta permitida y respetada socialmente (Beth & Reczec, 2016).
Con la llegada del cristianismo se presentó una trasformación en la concepción acerca de lo corpóreo, influenciado por la dualidad alma cuerpo, periodo durante el cual la sexualidad se mantenía negada por estar ligada al cuerpo, impuro, intrascendente. En donde lo elevado implicaba la trascendencia de lo impuro, y pecaminoso de lo físico, Incluso el matrimonio era apreciado como una alternativa menos elevada en comparación con el celibato y castidad (Barriga, 2013).
Continuando con la línea histórica, durante el periodo medieval, la mujer pasó a disfrutar de derechos y autonomía legal con capacidad para ejecutar ciertas acciones, se presenta el fenómeno del amor cortés con visos de equilibrio en las relaciones entre hombres y mujeres, aunque posteriormente la misma mujer pierde algunas de dichas conquistas, ya que en las manifestaciones liricas se presenta como un ser pasivo y hasta ausente. Aparece el amor platónico como característico de las relaciones como la desarrollada entre el Quijote y Dulcinea.
Posteriormente durante el siglo XVI se evidencia una condición de la mujer como No Ser, con poca o ninguna visibilidad social, permitiendo un avance significativo del machismo manifiesto en todas las esferas de la vida, la posición de las mujeres quedó relegado en lao social y sexual; las que se mostraban reaccionarias ante esta situación pasan a quedar socialmente anuladas y sus esfuerzos por la búsqueda de la igualdad se ocultaba. Situación que comenzó a cambiar a partir del siglo XVII, surgiendo la voz femenina quien, de acuerdo a la concepción aristotélica, las que manifestaban actitudes reaccionarias al modelo imperante quedaban tipificadas como hombre frustrados. Lo que representaba una forma más de descalificación y censura al catalogarlas como transgresora de las normas sociales, imponiendo e invadiendo un espacio que a la luz de la cultura imperante no les correspondía.
Desde esta perspectiva la monogamia representa un constructo asociados con el tabú, pero permitiendo el desarrollo de relaciones sexuales fuera de las instancias del hogar, conllevando a un incremento de presencia de los llamados hijos ilegítimos, ya que legalmente por ejemplo de acuerdo al código de Napoleón, la paternidad no podía ser investigada, en consecuencia, se aprecia una legitimidad acordada a la práctica de la infidelidad, al ser ejercida por los hombres no representaba ningún problema
Entre las prácticas sexuales del mundo occidental han existido algunas que han estado presentes desde inicios de la historia de la humanidad, una de ellas la relacionada con el incesto, que a mención de algunos autores desde la presencia de Adán y Eva ha formado parte de las relaciones humanas, sin embargo, obedece a Levi Straus, representante de la antropología haber expresado que la trascendencia del hombre de lo natural a lo cultural se encuentra mediado por la prohibición del incesto. Situación legitimada en algunas culturas, pero prohibida en otras.
La prohibición del incesto presenta diferentes causas, psicológicas, religiosas, económicas, culturales, entre otras, quedando evidente que el desarrollo humano existió un periodo de salvajismos en el cual, las conductas bárbaras y la promiscuidad formó parte del comportamiento regular, el cual evolucionó posteriormente a la presencia de los denominados matrimonios, reemplazando las relaciones individualizadas por la vida en pareja como parte del establecimiento de las familias.
Otra práctica de gran relevancia cultural la representa la conservación de la virginidad, condición que ha estado presente en todos los grupos culturales a lo largo de la historia, presentando un sentido trascendental e histórico, probablemente las religiones ortodoxas son las que han brindado mayor sentido, ya que por ejemplo desde el cristianismo el hijo de Dios vino al mundo a través de una virgen, otorgándole a dicha condición un valor místico, en consecuencia pasó a constituir un valor el hecho de que las mujeres permanecieran vírgenes hasta el momento del nacimiento, situación que deja entrever la fuerte relación entre la sexualidad femenina y lo sagrado, desde la concepción judeocristiana de la virginidad (Drabble, Trocki, & K y Klinger, 2016).
Otro aspecto trascendente que ha estado presente en la cultura occidental al estudiar la sexualidad son las concepciones acerca de la heterosexualidad. Hasta hace poco tiempo en las sociedades occidentales se ha presentado un predominio de la heterosexualidad, considerándolo en elemento regulador de las conductas e identidades sexuales, lo cual ha sido reforzado por un fuerte arraigo en disciplinas e instancias morales, religiosas, psicológicas, médicos y hasta legales, proporcionando al ejercicio de la experiencia los mayores niveles de riqueza dentro de la experiencia humana.
Algunos autores han llegado a levantar criticas al ámbito psicológico, mismo que pareciera haber sido uno desde los cuales se le brindó mayor preponderancia al sostenimiento del valor a la obligatoriedad de la heterosexualidad, incluso se ha planteado que la psicología ha mostrado gran ocupación por homosexualidad, entendida como una conducta patológica o anormal, en comparación con el ejercicio de heterosexual.
Relaciones de género en el sistema patriarcal (inequidad de poder, superioridad e inferioridad, dominación y subalternidad).
Las desigualdades de género parecieran estar presente a lo largo de la historia de la humanidad, tal como se presenta en el libro “La guerra más larga de la historia, 4000 años de violencia contra las mujeres” (Venegas & Reverte, 2019), en el cual se compila de forma cronológica todas las manifestaciones de violencia ejercidas sobre las mujeres, al buscar la génesis de dicha situación, autores como Lerner lo vinculan con la historia del patriarcado, asociando la evolución de la humanidad a la de los hombres y mujeres, proceso en el cual existen muchos hitos, entre ellos la definición de la sociedad de clases, evidenciando la dominación de lo masculino sobre lo femenino.
En el ámbito sexual, se expresan las conductas de superioridad del hombre sobre la mujer, condición que adquiere su máxima expresión con la institucionalización del matrimonio, conllevando a la mujer a ser sometida por las exigencias del hombre, las necesidades femeninas quedan anuladas y prevalecen las de los hombres; reconociendo a estos últimos la capacidad para sobrepasar las necesidades pulsionales con el desarrollo de la intelectualidad, lo mostró Beauvoir, (1949) en su ensayo titulado el segundo sexo como la identidad femenina se fue construyendo a partir de otro o con respecto a algo; madre, hermana, hija, en consecuencia una de sus principales responsabilidades implica alcanzar su propia identidad desde sus criterios particulares.
Entre las relaciones de género que permanecen presente en el imaginario colectivo, manifestadas a través de las creencias que son aceptadas culturalmente se encuentran las inequidades de género, conductas de superioridad e inferioridad y la dominación y subalternidad; las primeras siguen manifestándose en hechos sociales como las oportunidades laborales, designación de salarios, elección de cargos políticos, prácticas en las que a pesar del ascenso de las mujeres, los primeros lugares los ocupan los hombres, en la mayoría de los países occidentales. Al respecto Lagarde, expresa que la dominación patriarcal incide en las mujeres, ubicándolas en una posición de inferioridad, en casi todos los aspectos de la vida, situación que se incrementará, manifestándose en las brechas de género, marginación, feminicidio, pobreza, en consecuencia, la ideología patriarcal afecta tanto a hombres como mujeres, a ellas las ubica en una posición de inferioridad y a ellos los restringen y limitan, quedando anclados a prescindir de sus roles.
Desde el punto de vista de las relaciones de género, las manifestaciones de superioridad e inferioridad, conllevan a un estancamiento de ambos, lo cual ha llevado a la práctica de la sexualidad ha construido una matriz en la cual los hombres son percibidos como fuertes, hipersexuales y las mujeres como pasivas y hasta sumisas, representando el rol de complacer, ser fiel y mantenerse abnegada a la pareja, hombres y mujeres quedan, situaciones todas presentes a lo largo de la historia.
Determinantes socio biológicos de la sexualidad en diferentes culturas
De acuerdo a la investigación reseñada por Lucas (2009) acerca del análisis de diferentes culturas en el ámbito mundial, existen unos determinantes socio biológicos en ejercicio de la sexualidad, los cuales lograron ser diferenciados, en función de las culturas aisladas o no por el ecosistema, encontrando como principales resultados que las culturas que no se encuentran aisladas por el ecosistema, distribuidas a lo largo de Nueva Guinea y conformada por al menos 19 tribus diferentes, se caracterizan por ser restrictivas con respecto a las relaciones sexuales prematrimoniales, extramatrimoniales y la homosexualidad; la mujer desempeña un rol secundario, en lo económico y social, existen manifestaciones agresivas presentes social y culturalmente, y el modelo de moral se vincula con la represión. Las creencias sociales se encuentran legitimadas y marcan la pauta de comportamiento de sus miembros a través de la transmisión generacional de sus costumbres.
En el mismo mundo occidental, pero en las culturas aisladas por el ecosistema distribuidas en la Melanesia, Polinesia y de la Micronesia se pudo apreciar una actitud permisiva en las actividades sexuales prematrimoniales, extramatrimoniales, la homosexualidad, son menos genitalizadas pero mantienen tabú con respecto al incesto; la mujer desempeña un rol más sobresaliente y lo femenino hace presencia social, en lo económico y sexual; existen niveles más bajos de agresividad presentes en las conductas culturales y sociales, con un patrón moral más flexible.
Un aspecto significativo en la cultura occidental es la existencia de cierta descalificación hacia las conductas sexuales no orientadas a la procreación, donde el aseguramiento de la procreación representa un papel importante, A pesar de la diversidad de prácticas que se presentan en distintas culturas occidentales, permanece la noción de que la sexualidad debe orientarse o presentar como finalidad la tenencia de los hijos, y aquellas conductas que no se focalizan en esto son percibidas como fuera de lo normal, no en vano es el continente donde existen las mayores tasas de embarazo en adolescentes.
Sexualidad en los jóvenes
Los jóvenes representan un grupo en el cual el ejercicio de la sexualidad es una de las practicas más significativas, asociadas al inicio de una nueva etapa en la vida, ejercicio del sentido de libertad, búsqueda del establecimiento de relaciones de pareja orientadas a la posibilidad de conformar sus propias familias, sin embargo, de acuerdo a algunas investigaciones como la desarrollada por Zambrano, Bautista y López (2018) en las que aborda el tema de la sexualidad desde la perspectiva de los mismos jóvenes, para indagar acerca de los imaginarios con respecto al tema presentes en estos, se evidencia que los imaginarios acerca de la sexualidad se presentan entre la adaptación y la resistencia, la primera caracterizada por el hecho de que en los jóvenes predomina la perspectiva tradicional, influenciada por el valor de la familia con nociones preventivistas sobre la sexualidad, pero al llegar a la adolescencia media y tardía se presenta una visión liberal, influenciada por los medios de comunicación. La visión tradicionalista presenta influencias de la moral y asociada a los valores cristianos, lo cual también se hace presente en que el mayor miedo de los padres, son los embarazos no deseados. El predominio de una u otra perspectiva depende la internalización de los espacios de socialización, evidenciando la necesidad de proporcionar otra mirada a la sexualidad y los aspectos educativos relacionados con la misma.
Metodología
El diseño es de carácter descriptivo y exploratorio:
Descriptivo: Por cuanto se especifica características de las condiciones de vida y la influencia en el desarrollo social
Exploratorio: Permitió familiarizarse con fenómenos relativamente desconocidos de la investigación objeto de estudio.
Método
Inductivo: Permitió la observación empírica y después la construcción de teorías sobre lo observado.
Deductivo: Permitió razonar y explicar la realidad partiendo de los fenómenos observados por medio de hipótesis.
Bibliográfico: este método facilitó acceder a la revisión de material bibliográfico existente con respecto al tema a estudiar y a la selección de fuentes de información.
Los instrumentos utilizados fueron la encuesta, empleada para la recolección de datos e información acerca de hechos, situaciones o eventos, en una población determinada (López & Fachelli, 2015).En el presente caso se diseñó un cuestionario dirigido a indagar acerca de las creencias sobre la sexualidad, aplicado a los estudiantes que conformaron la población objetivo del presente estudio, se presentaron ocho opciones a las cuales los jóvenes debían responder de forma clara acerca de su concepción, facilitando la obtención de datos sobre las variables de estudio.
También se realizó entrevistas a dos especialistas, por considerarlo un recurso flexible y dinámico que complementa la información, es una herramienta de gran importancia en las investigaciones cualitativas, para apoyar el proceso de recolección de datos, su utilidad ha sido comprobada tanto en la indagación de datos personales como en los estudios en los cuales se elige como instrumento para acceder a la información, en el presente estudio se utilizó con el objetivo de conocer la apreciación de expertos en el tema para darle mayor sustento al análisis de los datos recabados.
Muestra
La muestra seleccionada para la presente investigación se corresponde a 126 estudiantes del último periodo de la carrera de psicología de la Universidad Técnica de Manabí, específicamente de la asignatura de Psicosexualidad, debido a su disponibilidad por participar en el estudio y a la pertinencia con el tema tratado y dos expertas en el tema, para lo cual se consideró unos criterios de inclusión como ser estudiante de la asignatura de Psicosexualidad de la carrera de psicología clínica de la universidad técnica de Manabí, matriculados para el periodo 2020 - 2021 y como exclusión estudiantes no activos, menores de edad y estudiantes de otras carreras.
Resultados
Tabla 1: Creencias sobre sexualidad en estudiantes de psicología
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Fuente: Encuesta estudiantes de psicología clínica
Elaborado por: La investigadora
Los resultados en relación a las principales creencias con las cuales se sienten identificados los hombres mostraron que los mayores porcentajes se asocian con la infidelidad como una práctica real, de acuerdo al 82% respondió afirmativamente; para el 82% la monogamia si es posible; 73% respondió negativamente ante la sexualidad debe ser para la procreación; 68%, no respondió ante la alternativa de su la masturbación es una práctica sexual inaceptables y el 23% respondió que no; 61% expresó no, ante la alternativa de tener más de una mujer. Los resultados evidencian que las alternativas con mayor cantidad de respuestas afirmativas fueron la infidelidad es una práctica real, la monogamia es posible, y la mujer debe ser fiel, lo que indica que las creencias más arraigadas para los hombres encuestados se relacionan con la infidelidad, la monogamia y la fidelidad de las mujeres.
Los resultados de las mujeres con respecto a las creencias con las cuales se sienten identificadas mostró que las más valoradas afirmativamente se corresponden con la infidelidad es una práctica real, expresado por el 78% de las encuestadas; la sexualidad debe ser para la procreación, manifestado de forma negativa por el 77% de la muestra; 73% respondió no a la creencia sobre tener más de una mujer; el 65% consideró que el matrimonio deber ser para toda la vida, 46% expresó que la mujer debe ser fiel, para el 63% el incesto es una práctica inaceptable y el 55 no respondió ante la interrogante de si la masturbación es una práctica sexual inaceptable, mientras que para el 35% no lo es. Los resultados evidencian que las creencias con las cuales más se identifican las mujeres se corresponde con la infidelidad es unan práctica real; la monogamia es posible, la mujer debe ser fiel, ya que las demás fueron valorada negativamente.
Tabla 2: ¿Con cuáles de las siguientes creencias se siente identificado?
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Fuente: Encuesta estudiantes de psicología clínica
Elaborado por: La investigadora
Los resultados totales mostraron que las creencias acerca de si la monogamia es posible fue valorada por el 89% de los encuestados; seguido por la infidelidad es una práctica real representada por el 79%, el incesto es una práctica inaceptables con un 60%, a continuación la mujer deber ser fiel para un 51%; el matrimonio es para toda la vida con un 45% de respuestas afirmativas; 13% la sexualidad debe ser para la procreación y 10% la masturbación es una práctica sexual, inaceptables, presentándose un porcentaje llamativo de quienes no respondieron ante esta última creencia.
Tanto los hombres como las mujeres coinciden en las creencias de que la infidelidad es una práctica real, la monogamia es posible, el incesto es una práctica inaceptable, en menor porcentaje con respecto a que el matrimonio es para toda la vida y las creencias menos valoradas se corresponden con la sexualidad debe ser para la procreación; y la masturbación es una práctica socialmente inaceptable.
Se realizó una segunda encuesta orientada a obtener información acerca de la variable influencia en las relaciones de género, misma que fue administrada a la misma cantidad de estudiantes y a tres especialistas. Los resultados obtenidos se presentan en la tabla adjunta.
Tabla 3: Influencia de las relaciones de género
Grupo Total |
Frecuencia |
% |
|
Género |
Masculino |
44 |
35% |
Femenino |
82 |
65% |
|
Total |
126 |
100% |
|
Actualmente estas en una relación de pareja |
Si |
52 |
41% |
No |
74 |
59% |
|
Total |
126 |
100% |
|
Está en una relación de pareja con |
Hombre |
30 |
58% |
Mujer |
22 |
42% |
|
Total |
52 |
100% |
|
Procedencia |
Calceta |
17 |
13% |
El Carmen |
3 |
2% |
|
Jaramija |
3 |
2% |
|
Jijijapa |
4 |
3% |
|
Manta |
22 |
17% |
|
Portoviejo |
71 |
56% |
|
Rocafuerte |
3 |
2% |
|
Santa Ana |
3 |
2% |
|
Total |
126 |
100% |
|
¿Por tu vivencia las mujeres se ocupan más acerca de la vida afectiva, salud, hijos que hacia los asuntos económicos y políticos? |
Si |
88 |
70% |
No |
38 |
30% |
|
Total |
126 |
100% |
|
¿Las mujeres deben ocuparse de los hijos, el hogar y estar siempre presentes para apoyar a la familia? |
Si |
44 |
35% |
No |
82 |
65% |
|
Total |
126 |
100% |
|
¿Los hombres no poseen las potencialidades para el cuidado de los hijos, la casa y familia? |
Si |
90 |
71% |
No |
36 |
29% |
|
Total |
126 |
100% |
|
¿Los hombres poseen menos capacidad afectiva y transmisión de afecto que las mujeres? |
Si |
37 |
29% |
No |
89 |
71% |
|
Total |
126 |
100% |
|
¿El modelo femenino de la mujer obediente, maternal y sacrificada, debe mantenerse? |
Si |
21 |
17% |
No |
105 |
83% |
|
Total |
126 |
100% |
|
¿Los hombres deben continuar ocupando los principales puestos en lo político, económico y social? |
Si |
14 |
11% |
No |
112 |
89% |
|
Total |
126 |
100% |
Fuente: Encuesta estudiantes de psicología clínica
Elaborado por: La investigadora
Los participantes de la segunda encuesta se correspondieron con el mismo tamaño muestral de la primera, es decir, 126 personas de las cuales el 59% se encuentra en una relación de pareja, y de ellos 58% son hombres y 42% mujeres, las relaciones manifiestas en quienes conformaron el grupo son de tipo heterosexual, en su totalidad. En cuanto al lugar de procedencia el 56/ de los encuestados proviene de la localidad de Portoviejo, 17% de Manta, 13% de Calceta y los demás en proporciones del 2% de El Carmen; Jaramijó; Jipijapa; Rocafuerte y Santa Ana.
Para el 70% de la muestra las mujeres se ocupan de la vida afectiva, salud, hijos que de situaciones políticas y económicas; el 30% opina lo contrario; el 65% de la muestra opina que las mujeres deben ocuparse de los hijos, el hogar y estar siempre presentes para apoyar a la familia; con respecto a si los hombres poseen menos capacidad afectiva y transmisión de afecto que las mujeres el 71% no estuvo de acuerdo y un 29% si, lo que indica que es menor la proporción de quienes valoran la capacidad afectiva de los hombres.
En relación a si el modelo femenino de la mujer obediente, maternal y sacrificada, debe mantenerse, 83% no estuvo de acuerdo y el 17% si, lo que evidencia que existe un cambio en la concepción del rol femenino. Por último, se indagó acerca de si los hombres deben continuar ocupando los primeros puestos, en lo político, económico y social el 89% no estuvo de acuerdo y un 11% si, datos que evidencian que a pesar del cambio social del rol femenino existen jóvenes que mantienen una visión tradicional acerca del rol del hombre en los aspectos señalados.
Tabla 4: Encuestas especialistas
Pregunta |
Docente1 |
Docente 2 |
Análisis interpretación |
¿Por su vivencia las mujeres se ocupan más acerca de la vida afectiva, salud, hijos que hacia los asuntos económicos y políticos? |
Si, las mujeres se ocupan en su mayoría de la salud y la afectividad de los hijos pero existen mujeres incursionando en la participación política, existe un despertar político de la participación de nosotras porque es allí donde se toman las decisiones y si no ayudamos a hacer estas leyes obviamente no serán a favor de nosotras, entonces si hablamos de estadísticas en las prefecturas hubo 222 candidatos varones y 34 mujeres y en las alcaldías 221 y de ese total 18 alcaldías son lideradas por mujeres, por lo tanto, se puede decir que en cuestiones de participación política estamos avanzando poco a poco pero avanzamos, en cuento a la economía siempre hemos contribuido a la sostenibilidad económica de los hogares nosotras las mujeres, antes muchos años atrás se nos había asignado el rol de quedarnos en casa pero ese trabajo doméstico que no es remunerado, tareas del hogar cocina, plancha y todo lo que necesita el hogar y también el cuidado de las personas niños, padres, ese trabajo no es remunerado que ha ayudado a sostener la economía obviamente que no se ha querido reconocer es otra cosa, y en realidad estamos generando economía con trabajo cada vez más mujeres se suman a la parte laboral cada vez más vamos avanzando hacia una dinámica económica en sentido igualitario. |
Lamentablemente esto es una realidad en nuestro territorio, producto de una construcción social cultural que ha asignado roles diferentes a hombres y mujeres en la sociedad. Dentro de esa asignación de roles a las mujeres se les ha asignado todo el trabajo del cuidado, determinando que las mujeres solo están preparadas para el espacio privado y que es su deber atender al esposo, su pareja, hijos abuelos, madres padres, hermanos y que el espacio público donde se dan las relaciones para fortalecer los asuntos económicos y políticos de una comunidad, de un barrio, de una parroquia o de un país, es asunto que le concierne únicamente a los hombres. Esta asignación de roles diferentes ha ido creando inequidades y una brecha enorme de desigualdades que aún persisten y son muy fuertes, para lo cual el Estado debe garantizar acortar las brechas de desigualdades como por ejemplo el acceso a la educación, a la información, a la comunicación, como un derecho fundamental de los seres humanos y por ende de las mujeres, educación que les permita deconstruir esos patrones socio culturales tanto en hombres como en las propias mujeres que consideran natural esta asignación diferenciada de roles |
De acuerdo a los resultados persisten las diferencias de roles e inequidades de género, asignando a las mujeres lo relacionado con la afectividad, salud, hijos. Pero se viene presentando un proceso de cambio con incursión de las mujeres en las esferas económicas y políticas. Es una situación de alerta para avanzar en la deconstrucción de los patrones socialmente establecidos y disminuir las brechas de género. |
¿Las mujeres deben ocuparse de los hijos, el hogar y estar siempre presentes para apoyar a la familia? |
Hombre y mujeres puede ocuparse de los hijos, lamentablemente los roles que nos han asignado eso ya ha quedado obsoleto, si nos vamos a los estudios las mujeres dedican más tiempo al cuidado de los hijos, pero obviamente hay una participación de los hombres que ha aumentado, a paso lento, pero se van haciendo. |
Esta pregunta está prácticamente contestada en la primera respuesta. Obvio que no es exclusivo de las mujeres el ocuparse de los hijos, el hogar y la familia, esa debe ser una responsabilidad compartida entre todos quienes conforman la familia, sobre todo de la pareja. |
Las responsabilidades familiares deben ser compartidas y cada vez existe más la presencia de hombres acompañando en el proceso de crianza de sus hijos. |
¿Los hombres no poseen las potencialidades para el cuidado de los hijos, la casa y familia? |
Si poseen potencialidades para el cuidado de los hijos, la casa y la familia, todo ser humano puede aprender y desaprender, el cuidado de los hijos no es solo problema de las mujeres el cuidado de los hijos no solo es proveedor el hombre también puede criarse de la crianza de los hijos, esto de que la mujer trabaje obliga al hombre al cuidado de los hijos son embargo, persiste en su mayoría que la mujer se haga a cargo obviamente en nuestro contexto para cambiar esta realidad es necesario nuevas masculinidades que se vuelva a hacer que el hombre participe en el cuidado de sus hijos, es decir, que asuma parte de su responsabilidad no es un proceso rápido no va a suceder de la noche a la noche pero debe ser continuo. |
La poseen, pero no las han desarrollado, precisamente porque la sociedad machista, patriarcal los excluye de esta responsabilidad, considerando que esa es “tarea de Mujeres”, lo que genera una sobrecarga de trabajo y de responsabilidades a un solo sector de la población como son las mujeres, esto se ve no solo en el ámbito privado aún en lo público, todas las tareas del cuidado y atención en el área de salud lo realizan un porcentaje muy alto las mujeres, en la pandemia quienes han dado la cara para el cuidado de la familia han sido las mujeres, por eso es fundamental que desde los diferentes niveles de formación en la educación, iniciar procesos de desaprender conductas y patrones machistas, violentos, para ir aprendiendo desde muy pequeñitos nuevas formas de relacionarnos, de comunicarnos, con respeto y con responsabilidad; todos los seres humanos somos iguales en derechos. No existe rol determinado para hombres y roles determinados para mujeres, el trabajo del cuidado y la responsabilidad del ámbito doméstico debe ser compartida. |
Los hombres si poseen las potencialidades para el cuidado de los hijos, pero es un aspecto que falta por desarrollar debido a la influencia de la cultura machista, no obstante, se requiere cambios en los paradigmas de la masculinidad y reaprender nuevas formas de relacionarse en el desempeño de los distintos roles |
¿Los hombres poseen menos capacidad afectiva y transmisión de afecto que las mujeres? |
Posee capacidad afectiva el problema es que se encuentra reprimida en muchos desde la infancia, el hombre afectivo se ha visto reprimido desde la infancia, pero neurológicamente tienen un sistema límbico, pero es muy rígido para ellos el manifestar emociones la parte social, familiar es la que ha causado esas represiones. |
Falso. Este es otro de los efectos del sistema patriarcal y de la cultura machista, que ha impedido que los niños, los adolescentes y hombres exterioricen sus emociones, sus afectos y esta situación les ha significado, en muchas ocasiones, hasta sus vidas. Frases como “Los niños no lloran”, “Pareces mujercita llorando”, bloquean las emociones de los niños, adolescentes, que crecen con esos patrones de comportamientos, conductas, perdiéndose lo más hermoso del ser humano, que es, demostrar sensibilidad y sus emociones frente a los hechos de la vida, por otro lado, violentan y desvalorizan a las mujeres. |
Tantos hombres como mujeres poseen capacidad afectiva, no obstante, es importante de construir los patrones que el patriarcado ha sembrado en la sociedad creando una cultura machista. |
¿El modelo femenino de la mujer obediente, maternal y sacrificada, debe mantenerse? |
Es necesario hacerlo y se está haciendo poco a poco el que debe prevalecer es el que ella decida, si quiere ser madre o no que ella decida que la mujer no se anule al resto, sino que ella tenga el poder de decidir |
Se está presentando un proceso de cambio progresivo en cuanto al modelo femenino cosificado de las mujeres obedientes, maternal y sacrificada para una con capacidad de elección. |
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¿Los hombres deben continuar ocupando los principales puestos en lo político, económico y social? |
También las mujeres deberíamos estar en un 50 a 50 igualdad política y económica los hombres y las mujeres tenemos las mismas destrezas sin discriminar por cuestiones de género ya que cualquiera está capacitado para ocupar estos cargos públicos. |
De ninguna manera, lamentablemente seguimos en proceso de construcción de democracias plenas, porque no se puede hablar de democracia sin la participación de las mujeres, que significa más del 50% de la población, sino ocupa también y participa en lo político, económico y social, desde los pequeños espacios comunitarios, hasta los grandes puestos administrativos de poder la cosa pública, y desde los pequeños emprendimientos para generar autonomía económica, hasta las grandes empresas, no solo como manos de obra calificada, sino ocupando cargos de toma de decisiones. No se puede hablar de democracia si las mujeres siguen sometidas y dominadas y no tienen libertad para decidir sobre sus propios cuerpos. Vivir en democracia significa donde todos y todas participan en igualdad de condiciones, donde las oportunidades son las mismas para todos y todas, donde el acceso al área laboral, al trabajo, para formar parte del desarrollo económico de la familia y del país es con la participación de las mujeres y hombres en los espacios de poder y toma de decisiones y con los mismos salarios por el mismo trabajo realizado. Aun las brechas siguen siendo grandes en la participación política, económica y social de las mujeres. Entonces un país donde solo los hombres ocupan los espacios en lo político, económico y social es un país que no vive en democracia, es un país que violenta los derechos del 50% de la población, es un país donde no existe equidad, ni se respetan los derechos de las mujeres. |
Debe existir igualdad en cuanto a la presencia de las mujeres en los espacios políticos, económicos y sociales, todo ello desde la perspectiva de la garantía de los derechos tanto de hombres como en mujeres. |
Fuente: Encuesta especialistas
Elaborado por: La investigadora
Discusión
Los resultados del presente estudio mostraron que las creencias sobre la sexualidad más significativas se relacionan con la posibilidad de la monogamia por el 89% de los encuestados; seguido por la infidelidad es una práctica real expresada por el 79%; el incesto es una práctica inaceptable con un 60%, a continuación la mujer deber ser fiel para un 51%; el matrimonio es para toda la vida con un 45% de respuestas afirmativas; 13% la sexualidad debe ser para la procreación y 10% la masturbación es una práctica sexual, inaceptables, presentándose un porcentaje llamativo de quienes no respondieron ante esta última creencia.
Tanto los hombres como las mujeres coinciden en las creencias de que la infidelidad es una práctica real, la monogamia es posible, el incesto es una práctica inaceptable, en menor porcentaje con respecto a que el matrimonio es para toda la vida y las creencias menos valoradas se corresponden con la sexualidad debe ser para la procreación; y la masturbación es una práctica socialmente inaceptable.
Los participantes del estudio mostraron unas creencias acerca de la sexualidad impregnadas por las concepciones judeocristianas contemporáneas producto del proceso de colonización e influencias de la iglesia cristiana en la cultura occidental, hallazgos que coinciden con los resultados encontrados por Hernández; Alberti; Pérez; Olivera y Talavera (2014) quienes estudiaron las relaciones, género y sexualidad entre jóvenes rurales de Salinas, México, en sus hallazgos identificaron que los adolescentes construyen sus creencias en torno a la sexualidad basada en el contexto social, presentando desinformación acerca de la perspectiva de género y derechos sexuales.
Otra investigación realizada en España por Larrañaga y Yubero (2012) estudiando la influencia del género y del sexo en las actitudes sexuales de estudiantes universitarios españoles con el propósito de estudiar la relación entre el género y la sexualidad, específicamente las conductas machistas y mitos románticos en esa población, empleando un método cuantitativo de análisis univariante, los resultados mostraron la influencia de la cultura machista y creencias románticas en las actitudes sexuales de los estudiantes.
En una investigación realizada en Cuba por Sagaró y Moraga (2015) desarrollaron un estudio descriptivo sobre el sexo, género y masculinidad en estudiantes de diferentes niveles educativos, con mayor proporción de los primeros años de carrera universitaria. Los resultados mostraron una mayor influencia de las relaciones de genero con aspectos como la masculinidad, existiendo un predominio de creencias de supremacía de creencias asociadas a los roles de género, la masculinidad y el sexo y género, con un predominio de creencias asociadas al machismo.
Por su parte el análisis cualitativo realizado en la presente investigación tomando como referencia los resultados de entrevistas a expertos en el tema mostró que a pesar de que actualmente se presentan ciertos cambios en los roles de género, las creencias influenciadas por el patriarcado y la influencia judeocristiana continúa estando presente, evidenciando inequidades y desigualdades de género en las cuales los avances son tímidos, tal como lo presentan Venegas y Reverte (2019), las desigualdades de género parecieran estar presente a lo largo de la historia de la humanidad, de acuerdo a lo expresado en el libro “La guerra más larga de la historia, 4000 años de violencia contra las mujeres”, vinculado a la historia del patriarcado.
En el presente estudio el mayor porcentaje de encuestados presentan la creencia de que las mujeres se ocupan de la vida afectiva, salud, hijos que de situaciones políticas y económicas; el 30% opina lo contrario; el 65% de la muestra opina que las mujeres deben ocuparse de los hijos, el hogar y estar siempre presentes para apoyar a la familia.
En relación a si el modelo femenino de la mujer obediente, maternal y sacrificada, debe mantenerse, expresaron que existe un cambio en la concepción del rol femenino y en la participación de las mujeres en el ámbito político y económico per es necesario continuar avanzando hacia la igualdad de derechos debido a que representativamente por lo menos en la cultura ecuatoriana, se continúa evidenciando la prevalencia de los hombres ocupando la mayor cantidad de cargos políticos.
En los estudiantes objeto de la presente investigación persisten las creencias tradicionales acerca de la sexualidad y las influencias de género, tal como se presentó en el marco conceptual la mayoría concuerda en la existencia de prácticas sexuales prohibidas como el incesto, la masturbación y el ejercicio sexual para la procreación. Situaciones que merecen revisiones posteriores debido al momento histórico que vive la humanidad y a la perspectiva de derecho que puede brindar una mirada diferente a dichas concepciones.
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